9 de mayo de 2012

Enfermitos enfrentando la adversidad

El pasado domingo pasado se enfermó Lucas, vomitó dos veces leche, y a pesar de seguir de buen humor se veía más apagadito, el lunes mi musa lo llevó al pediatra y el martes ya estaba un poco mejor. Eso sí, lo vino a cuidar mi mamá, y no fue a la escuela un par de días. Por otro lado, después de las dos vomitadas se aventó una zurrada con la que creo que se vaciaron sus intestinos por completo. Como sea, a partir de ahí todo fue viento en popa y se recuperó rápidamente.

Por otro y (al mismo tiempo) el mismo lado, el martes como a las cinco de la mañana me despertó Loana que parecía estar tosiendo, pero cuando me le acerqué y la revisé estaba vomitando; entonces la levanté, la ayudé a vomitar más (no sin que me bañara en vómito a mí también), la desnudé y metí a bañar, y terminó durmiéndose otra vez como a las siete y media de la mañana. Cuando se despertó le intentamos dar agüita, la cual vomitó también, total que nada le entraba al estómago. Le hablé al pediatra y nos dió unas instrucciones, volví a llamar a mi mamá para ver si nos ayudaba a cuidar a nuestra beba, y si pudo (te agradezco infinitamente mamá). Loana vomitó otra vez, pero luego pareció calmarse su estómago, así que le dieron algo de comer... en la noche que la metí a bañar, me bañó ella de guácara, la cargué, y en el momento justo en que estaba frente a cara, salió un chorro rojizo de su boca directo a mi cara. Total que el miércoles fue de líquidos, y ella pobrecita en los momentos que se sentía bien pedía comida, y el jueves se quedó en casa con mamá, afortunadamente ya no volvió a vomitar. Veremos como sigue.

Hay algo que me fascina de mis dos hijos, y es que soportan la enfermedad con estoicismo. Ellos no saben qué les está pasando, y evidentemente hay momentos en los que se sienten mal, y su ánimo decae y se ven tristes y cansados; pero la mayor parte del tiempo quieren seguir su vida normal, quieren seguir jugando, comiendo, viviendo plenamente... Son un ejemplo para mí, no tanto porque no sean conscientes de lo que les sucede, sino por esa actitud totalmente contraria al derrotismo que emanan, que demuestran, que me encanta.

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