25 de mayo de 2012

Igual que en Monsters Inc

Loana se ha vuelto fan de Monsters Inc. Así que yo también, digo, yo ya era fan, me gustó mucho el día en que fui a verla al cine, y luego la vi en dvd, y ahora que tenemos una gran colección de pixar en casa, llevaba mucho de no verla, hasta hace como una semana que le puse le película y mi pequeña la vio completa. Hay momentos de tensión como cuando al principio en el simulador de sustos, o cuando se esconden de Randall, o cuando los va persiguiendo en el súper almacen de puertas, o cuando el malvado Sr. Waternoose los exilia en el Tibet, y en todos esos momentos veo como mi beba se encoge y se asusta, y tengo que abrazarla y decirle que no se preocupe, que ahí estoy yo para defenderla, y que no le va a pasar nada al personaje que en ese momento está padeciendo.

Como cada vez que ve la película, Loana se angustia, tengo que estar con ella y verla yo también. Así que ya me la chuté unas tres o cuatro veces en la pasada semana. Y por supuesto, vi analogías con lo que pasó en la oficina y lo que sucede en la película. En la película, por ejemplo, la ambición hace que dos personajes, entre ellos el dueño de la empresa, en lugar de cuidar del ultra-redituable negocio que ya existe, en el que los monstruos entran por los closets de los niños a su mundo y los asustan, inventan un maquinón absurdo llamado "la aspiradora de gritos". Es una estupidez porque para que funcione necesitan secuestrar a los pequeños, amarrarlos a sillas, y torturarlos; la primer parte es de por sí bastante malévola, y haría que el mundo humano se volcara en la búsqueda de los niños perdidos, lo que haría cada vez más difícil conseguir más víctimas, y en cuanto a la tortura, no garantiza que haya gritos suficientes para generar energía, no toman en cuenta la supervivencia de los niños y que la máquina podría matarlos, ni tampoco que para hacer eso a escala industrial tendrían que mandar a producir cientos o miles de esas máqinas.

Total que aunque no los hubieran descubierto a tiempo, hubiera sido un fracaso como negocio y, a la mera hora hubiera sido una inversión tirada a la basura. ¿Cómo se relaciona eso con lo que sucedió en la oficina? Pues porque corrieron a mis jefes, que por ambición descuidaron un negocio sólido y central para la compañía, y le encargaron al equipo de desarrollo una máquina más o menos igual de absurda que la de monsters inc. Según ellos iban a lograr miles (si no es que cientos de miles) de usuarios en poco tiempo, e iban a entrar al mercado de las redes sociales, y con eso al poco rato iban a salir en la portada de Forbes, o Merca2.0, o Expansión, y al poco rato serían multimillonarios. Encargaron un armatoste que de entrada no garantizaba la cantidad de usuarios, lo produjimos, y obvio, a los seis u ocho meses de estar ahí afuera, en la red, no había acumulado ni cincomil registros.

Al final la cosa es mucho más sencilla, como en monsters inc, la risa es mejor produciendo energía que la tortura o el miedo; en el caso de internet el contenido, el buen contenido, de calidad y veraz, entretenido, bien llevado, bien presentado, de fácil acceso, es lo que funciona. Y tenemos a la mayor campeona de contenido radial de México, que apenas empezó el proceso electoral hizo saltar el número de visitas de 35mil a 95mil, y cuando acaben las elecciones no va a bajar tanto la gráfica, los usuarios recurrentes seguirán creciendo, y nuestro trabajo es entregarles de inmediato el contenido que buscan, que le den clic y en menos de dos segundos estemos en su navegador. Lo demás es irrelevante.

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