Aún cuando apruebo y aplaudo al 100% lo que hicieron los estudiantes de la Ibero, ya sea en cuanto al abucheo y relajo que se armó cuando Peña visitó su universidad, así como cuando se filmaron para desmentir a los medios de dudosa neutralidad (yo hubiera usado otro término, pues no lo dudo, definitivamente no son neutrales); aún cuando me parecieron actos valientes y certeros, que definitiva y felizmente le quitarán votos al copetón candidato priista; aún cuando me conmueve el apoyo que han recibido por parte de la sociedad, de las redes sociales, y de lectores de diarios liberales como La Jornada; con todo y eso, no dejo de temer por ellos.
Es decir, en la UIA tal vez nunca les ha sucedido, pero cuando estuve en la UNAM me tocó saber dos veces de activistas desaparecidos y de movilizaciones para buscarlos y de miedo en las filas "grillas" de las facultades de filosofía y ciencias. Era demasiado obvio que había sido una movida estatal porque eran chavos de lo más movidos e inteligentes. Y por supuesto, ya en retrospectiva la idea era precisamente sembrar miedo. No necesitaban mandar a la policía o a los granaderos a agarrar a todos los estudiantes revoltosos, no, con desaparecer a uno súper visible era más que suficiente. En ese sentido se me hace ingenuo y riesgoso haber dado la cara, el nombre y el número de credencial.
De hecho, una acción valiente nunca está exenta de riesgo, si no ¿qué clase de valentía sería? Pero ahora que soy papá, siento que mi tarea es reducirle al máximo los riesgos innecesarios a mis críos; pienso que si Loana hubiera salido en un video retando al dinosaurio, estaría muerto de miedo y al súper-pendiente. A los estudiantes que dieron la cara les sugeriría sucumbir parcialmente al miedo, es decir organizarse entre ellos para cuidarse: que hagan grupos chicos, y alguien del grupo se encargue de verificar en las noches si todos llegaron a sus casas, que instalen aplicaciones de rastreo en sus teléfonos celulares, y si alguno en una de esas no es localizable se pongan a rastrearlo en grupo y llamen a la policía... O yo qué se, la cosa es, y digo esto porque la amenaza ahí está, que se cuiden mucho para que puedan estar en la siguiente protesta, en el siguiente video, en las elecciones, etc.
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