El sábado fuimos al 53 aniversario de bodas de los papás de mi musa. El señor nos hizo trampa para que fuéramos a misa, nos dijo que era a las siete y mientras íbamos en camino (tarde) mi amada llamó para preguntar la dirección de la iglesia de turno: cita en casa de los suegros pues sería hasta las ocho. Para cuando todos iban saliendo hacia el templo, mi princesa fue mi cómplice y me permitió quedarme ahí, faltar a esa parte del compromiso. Yo no soy religioso y me disgustan mucho los rituales, ella lo sabe, compartimos una opinión similar al respecto pero ella decide "chutárselo" de todas formas por cariño a sus papás.
Después de la misa llegaron casi todos los familiares y comimos bocadillos, cantamos las mañanitas y partimos dos pasteles. En el trancurso, molesté un poquito a la sobrina favorita de D, tiene cinco años y estaba hojeando una revista. "¿Sabes leer?" le pregunté, y me respondió que no, "¿quieres aprender?" inquirí y ya enojada me volvió a responder que no, dobló su revista y se fue a jugar por otro lado. Posteriormente la vi entrar otra vez y le dije que ya le había dicho a su tía que no sabía leer, enojadísima me dijo que eso no importaba, que D la quería de todas formas, y que además yo era gay, porque los niños no andan con el cabello largo. Me sorprendió mucho el aguijonazo y me dio mucha risa, le dije que eso no importaba porque su tía también me quería como era.
Cuando fui a hacer las paces y le dije que mejor fuéramos amigos, ella me dijo que no porque ella no podía ser amiga de alguien que iba de chismoso de lo que ella no sabía hacer. Le prometí no volver a ser chismoso y ella se fue sin comprometer su amistad. Supongo que no era tan fácil. Al final hubo desbandada general, ayudamos a alzar un poquito el relajo y nos volvimos a casa ya tarde. Le conté a mi musa cómo me había bateado su favorita y estaba enternecida y orgullosa de su sobrinita.
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