31 de agosto de 2008

Fin del mundo conocido (7 de 10)

4. Una migración estable del poder y la riqueza de las naciones con déficit energético hacia aquellas con superavit: Hay algunos pocos países --tal vez una docena en total-- con suficiente petróleo, gas, carbón y uranio (o alguna combinación dellos) para cubrir sus propias necesidades energéticas y proveer excedentes significativos como para exportar. Sin que sea sorpresivo, tales estados serán capaces de extraer condiciones cada vez más beneficiosas del muy amplio grupo de naciones energéticamente deficitarias dependientes de ellos para obtener los suministros vitales de energía. Estas condiciones, principalmente de naturaleza financiera, resultarán en crecientes montañas de petrodólares que serán acumuladas por los mayores productores de petróleo, pero también incluirán concesiones políticas y militares.

En el caso del petróleo y el gas natural, los principales estados con excedente energético pueden ser contados con dos manos. Diez estados ricos en petróleo poseen 82.2% de las reservas mundiales probadas. En orden de importancia, son: Arabia Saudita, Iran, Iraq, Kuwait, Los Emiratos Árabes Unidos, Venezuela, Rusia, Libia, Kazakhstan y Nigeria. La posesión del gas natural está aún más concentrada. Tres países --Rusia, Irán y Qatar-- albergan un asombroso 55.8% de las reservas mundiales. Todos estos países están en una posición invidiable para cobrar del dramático incremento de los precios globales de la energía y para extraer de sus clientes potenciales todas las concesiones políticas que estimen importantes.

La transferencia de la riqueza por sí sola ya es abrumador. Los países exportadores de petróleo recabaron un estimado de 970 millares de millones de dólares (billones en inglés) de los países importadores en 2006, y el monto para 2007, cuando finalmente sea calculado, se espera que sea muy superior. Una fracción sustancial de estos dólares, yenes y euros han sido depositados en "fondos de riqueza soberana" (SWFs por sus siglas en inglés), cuentas de inversión gigantes propiedad de los estados petroleros utilizados para la adquisición de bienes valiosos a lo largo y ancho del mundo. En meses recientes, los SWFs del golfo pérsico han estado aprovechando la crisis financiera en los EU para comprar grandes porciones de sectores estratégicos de su economía. En noviembre 2007, por ejemplo, la Autoridad de inversiones de Abu Dhabi (ADIA por sus siglas en inglés) adquirió una parte de 7.5 millares de millones de dólares en Citigroup, la compañía concentradora de acciones bancarias más grande de los EU; en enero, Citigroup vendió incluso una porción más grande, con valor de 12.5 millares de millones de dólares, a la Autoridad de Inversiones de Kuwait (KIA por sus siglas en inglés) y varios otros inversores del Medio Oriente, incluido el Príncipe Walid bin Talal de Arabia Saudita. Los directivos de la ADIA y la KIA insisten que no pretenden usar sus recientemente adquiridas partes de Citigroup y otros bancos norteamericanos y corporaciones para influir en la economía de los EU o su política exterior, pero es difícil pensar que un movimiento financiero de esta magnitud, que solamente puede ganar momentum en las décadas venideras, no se traducirá en algún tipo de apalancamiento político.

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