17 de octubre de 2008

Aviso inoportuno, o de cómo nos transó la casera

La casera de nuestro edificio se llama Ana María, es morenita y un poco llenita, fan del deporte (creo que en general) y "administradora" de múltiples inmuebles. Tómese esto a modo de denuncia y advertencia, por si alguno de mis lectores quiere rentar en el Defe. Resulta que en el 2006 se dejaron de pagar los tres primeros bimestres de agua, el primero correspondía a una tal Shirley que nunca conocí, el segundo a un tal Carlos que se fue a mediados dese año, y no solo se fue sin pagar su bimestre, sino que recibió dinero de los vecinos del 5 (que todavía siguen por aquí) para el finiquito del tercer bimestre y se comprometió a liquidar su deuda, cosa que nunca hizo.

Dos años y medio después (y tras múltiples avisos) llegaron finalmente unos empleados del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, hicieron un boquete en el piso frente al edificio, y sellaron el tubo del suministro de agua sin que nadie se los impidiera porque pues "no había nadie en casa*", rellenaron el hoyo y se fueron. Total que los infames del SACM cobran el adeudo, los recargos, y 2700 pesos de reconexión (que si hubiera "habido alguien" para abrirles la puerta para que cortaran el flujo con otro método menos violento sólo hubiera costado 700). La culpa no fue nuestra, pues nosotros tenemos el pago del cuarto bimestre. Pregunta: ¿Quién debería pagar la reconexión?

Pues según nuestra "administradora", como no nos pusimos las pilas en aclarar los adeudos, y no estábamos al día en cuanto a la información, fue nuestra culpa (incluyendo a los que llegaron a vivir aquí hace un par de meses). Ya que, "el contrato lo dice: es autoadministración; aunque claro, por una módica, puedo encargarme de ella", jijaesú...

O sea que no sólo nos hizo pagar una parte proporcional de un adeudo que no nos correspondía porque no es nuestro edificio, sino que, sentado este precedente quiere un bono sobre la renta sin el cual ella se lava las manos y no se hace cargo de nada. Debí reaccionar a tiempo y mandarla a la chingada, ahora es demasiado tarde, aflojé la lana ahí mismo sin recibir ningún recibo a cambio. De todos modos ya veré como me la cobro, tal dejando de ser su inquilino y cambiándome de depto.

*Eso quiere decir que nadie de los que había pudieron o quisieron dar la mordida correspondiente.

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