4 de octubre de 2008

Despejando mitos sobre la GPL y el SL 2 de 18

Mito #1: Los argumentos en contra de la GPL aplican a todo el software de "Código Abierto".
Al presentar argumentos de negocios contra el software con licencia GPL, algunos críticos parecen argumentar contra todo software que puede obtenerse y usarse sin cargo, en formato de código fuente. Generalmente los detractores usarán los términos "codigo fuente GPL" y "software de código abierto" de manera intercambiable. Hay quienes sienten que esa confusión es intencional, que los vendedores de software privativo están tratando de empujar a los consumidores a usar su software por encima de alternativas libres, sugiriendo que cualquier problema que pudiera impedir la adopción de software registrado con la licencia GPL de hecho aplica a todo el software libre.

Un argumento menos cínico es que tal confusión no es intencional, y es debida al hecho de que el léxico relevante en la comunidad técnica no se ajusta a las definiciones intuitivas que muchas personas atribuyen a las varias expresiones. Por ejemplo, la definición intuitiva de "software libre" para muchas personas de habla inglesa es que el usuario final tendrá el permiso de obtener y usar el software sin cargos. Es decir, cuando la mayoría de las personas angloparlantes contemplan la expresión "software libre" (también traducible como "software gratis"), piensan en "cerveza gratis". La comunidad técnica mayoritariamente usa esta expresión para decir "libre como en libertad de expresión". En tal comunidad, el software es considerado como libre si las personas a las cuales fue distribuido un programa pueden examinarlo, ejecutarlo, distribuirlo y modificarlo sin restricciones. Los programas distribuidos sin el código fuente no pueden ser considerados "libres" bajo esta definición, puesto que el código fuente es considerado ampliamente como una precondición para que las masas examinen y modifiquen un programa.*1* Aún cuando la GPL es la principal licencia de "software libre", existen muchas otras licencias que cumplen con esta definición. La Fundación para el Software Libre (FSF), que es responsable de la GPL, mantiene una lista de licencias libres en su sitio web (http://www.gnu.org/licenses/license-list.html)

Otra área de confusión es la expresión "código abierto". La definición intuitiva es que el código fuente está disponible, y nada más. Después de todo, si un objeto está "abierto", aún cuando podamos ver dentro del objeto, no hay garantías de que podamos hacer algo con lo que vemos en el interior. Por ejemplo, una casa con una puerta abierta no nos da el derecho a entrar en la casa o usar la puerta. En la comunidad técnica, tenemos "estándares abiertos" que son desarrollados bajo el escrutinio público, pero es probable que de todas formas los implementadores tengan que pagar para obtener una copia del estándar.

El Instituto para el Código Abierto (OSI por sus siglas en inglés) ha popularizado una definición más restrictiva de esta expresión. Su intento era proveer una expresión nueva para remplazar la confusa "software libre", para que tal expresión pudiera referirse sin ambiguedades a su significado más natural. Ese objetivo falló, porque la expresión "software libre" sigue siendo usada comunmente en el sentido de cerveza gratis. Adicionalmente, la nueva expresión creó más ambiguedad, ya que "código abierto" hubiera sido la manera más natural de decir, "el código fuente está disponible" sin implicar nada más acerca del software. Peor aún, la definición aprobada por la FSF de la expresión "software libre" y la definición de la OSI para la expresión "código abierto" no coinciden; las dos expresiones no pueden ser intercambiables.

*1* Como discutiremos más adelante, hay personas con las habilidades necesarias para examinar y modificar los programas sin el código fuente. Sin embargo, el movimiento del software libre busca preservar las libertades de aquellos que poseen el trabajo original, y darle a esas personas la habilidad de otorgar esas libertades a cualquier otra persona.

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