Mi avance se redujo otra vez. Sólo he mantenido parte del gracias a las traducciones. Me ha dado síndrome de fin de semana: me desvelo en tertulias generosas y divertidas, me dedico a estar y compartir el día con mi musa, y por lo tanto dejo de escribir algunos días seguidos. De nada sirve el propósito de adelantar dos posts durante las siguientes noches si de por sí el tiempo para escribir es limitado. Así que ahora son sólo ocho los textos que tengo prepublicados.
¿Es esta una carrera contra el tiempo?, ñe. Sólo es una constancia de su paso por mi vida (o de mi escurrir en su vector) y de mi voluntad de jugar este juego intelectualoide.
En el libro Apóstatas razonables F.S. hace una biografía de Jung en la que de paso habla también de Freud. Por lo que ahí escribe, puedo deducir que los leyó a ambos con suficiente detenimiento y el ojo del lector experimentado que seguramente es. Explica documentadamente y con detalles el cisma del discípulo predilecto de Freud. El texto me gustó mucho por la riqueza de un escritor que no habla de oidas y ha estudiado agudamente al respecto.
Envidio un poco a Savater, esa sí que es una carrera contra el tiempo, mis estándares me impedirán proferir cualquier opinión acerca de Freud o Jung hasta no haberlos leido. De todas formas no suelo hablar de textos que desconozco, excepto para expresar las ganas que tengo de dejar de ser un extraño para ellos.
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