La historia completa sobre esas tres instituciones globales centralmente importantes es bastante más larga que lo recién aludido, por supuesto, pero incluso con tan sólo esta breve visión general, es fácil proponer mejoras.
Primero, ¿por qué no sustituir al IMF, al Banco Mundial, y a la WTO, con una 'Agencia de Recursos Internacionales', una 'Agencia Global para la Asistencia en Inversiones', y una 'Agencia de Comercio Mundial'? Estas tres instituciones nuevas trabajarían para lograr igualdad, solidaridad, diversidad, auto-administración, y balance ecológico en los intercambios financieros, comerciales, y culturales. Ellas buscarían dirigir los beneficios del comercio y las inversiones desproporcionadamente a las partes más débiles y pobres, no a las más ricas y poderosas. Darían prioridad a los objetivos nacionales, a la identidad cultural, y al desarrollo equitativo por encima del comercialismo. Protegerían leyes, reglas, y regulaciones domésticas diseñadas para defender a los trabajadores, a los consumidores, al medio ambiente, la salud, la seguridad, los derechos humanos, la protección de animales, y otros intereses no centrados en el lucro, recompensando a aquellos que lograran más exitosamente dichos objetivos. Promoverían la democracia ampliando las opciones disponibles a los gobiernos controlados democráticamente y subordinarían los deseos de multinacionales y grandes economías a la supervivencia, crecimiento, y diversificación de unidades más pequeñas.
De la misma manera, esas nuevas instituciones no promoverían el comercio global a expensas de los desarrollos económicos locales, así como tampoco obligarían a los paises del Tercer Mundo a abrir sus mercados a multinacionales ricas y abandonar así esfuerzos para proteger a las nacientes industrias domésticas. En lugar de rebajar la salud internacional, medio-ambiental, y otras normas por medio de un proceso llamado ''armonización descendiente'', trabajarían para mejorar normas a travez de la ''igualación ascendente''. Las nuevas instituciones no limitarían la capacidad de los gobiernos para vertir dólares en derechos humanos, cuidado del medio ambiente, derechos de los trabajadores, y otros propósitos no comerciales, al contrario, ofrecerían asesoría para posibilitar hacer justo eso. Pugnarían por que los paises trataran de maneras distintas a los productos, de haberse hecho con mano de obra infantil brutalizada, con trabajadores expuestos a toxinas, o sin consideración por la protección de las especies.
29 de noviembre de 2008
Parecon - La introducción (7 de 20)
Etiquetas: estrategia - Publicó persona.vitrea a las 12:01
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