28 de enero de 2010

De matrimonios gays

El viernes pasado fui a la farmacia por una medicina de Loana y mientras me atendían me abordó una gordita fachuda con una camiseta que decía PAN por todos lados y me solicitó responder una encuesta de tan sólo tres preguntas: 1. ¿Está usted de acuerdo con que los homosexuales puedan casarse? (Respondí que sí), 2. ¿Está usted de acuerdo con que las parejas de homosexuales puedan adoptar? (Respondí que sí), 3. ¿Cree usted que los niños adoptados por homosexuales puedan ser víctimas de discriminación por parte de sus compañeros de escuela? Y aquí se notó lo amañada de esta encuesta, porque respondí que no iban a ser víctimas de más discriminación que si fueran niños obesos, o sudorosos, o chaparros, o morenos, o con rasgos ligeramente diferentes (ojos rasgados o saltones, nariz chata), etc. ¿Eso quiere decir que sí cree usted que serán víctimas de discriminación?, me preguntó nuevamente la encuestadora, "Pues sí"... La verdad es que yo estaba tratando de ser sincero, pero en retrospectiva y dado lo mañoso de esa pregunta hubiera podido responder que no tranquilamente y sin sentirme deshonesto. Pero explicaré más a detalle mi postura a continuación.

Respecto de la pregunta 1 creo que cuando dos o más personas libres, mayores de edad, y con todas sus capacidades mentales, se aman y/o desean y quieren vivir juntas, no se les debe impedir desde fuera prácticamente nada entre ellas. Ellas sabrán regular sus apetitos y concesiones, aprenderán a pedir, a dar y a recibir según mejor les convenga para mejorar su unión y la calidad de su convivencia, o de lo contrario fracasarán como grupo o pareja y se separarán. El que las uniones entre personas del mismo sexo puedan registrarse ante un juez y las partes contratantes adquieran derechos y obligaciones frente a la ley y la sociedad, me parece perfecto y adecuado. El que no esté contemplado en la constitución no impide que la convivencia gay se dé de facto, y si algo tan importante como la construcción de una unidad de apoyo mutuo se da en la sociedad, esta a su vez debería reconocerlo y legitimarlo jurídicamente.

Respecto de la pregunta 2, una mujer puede parir a un bebé tras de nueve meses de gestación después de que un óvulo fecundado por un espermatozoide se implanta en la pared de su útero. Hasta ahí todo bien, un hombre produce espermatozoides y una mujer produce óvulos, la fecundación sucede normalmente debido a una relación íntima heterosexual (pero también puede ser in vitro), y luego de gestado nace el cachorro humano. Ok, pero sucede también que en muchos casos la pareja que se reprodujo no es apta para criar al bebé y lo abandonan, o lo entregan a la abuela, o lo someten al estress producido por su incapacidad para criarlo, o simplemente mueren y lo dejan huerfano.

Entiendo que lo mejor para un niño sea observar un rol materno y otro paterno, y que la primera y mejor opción sería que a los niños los criara una pareja heterosexual apta y entendida en la crianza de bebés. Pero después de esa ideal primer opción, debe haber cabida para otras posibilidades quizá no tan óptimas pero mejores que la orfandad y la explotación laboral callejera. Si a mí me preguntaran que si me muero y se muere mi musa, cuál me gustaría que fuera el paradero de Loana, probablemente buscaría que la cuidaran sus abuelos y tíos, pero si por ejemplo, por algún cataclismo estilo Haití todos sus familiares fallecieramos, preferiría que la adoptara una pareja homosexual estable y cariñosa a que anduviera vendiendo chicles en los semáforos y durmiendo en una alcantarilla junto con una nada higiénica bandita de piojosos, o a que viviera en un orfelinato del DIF, o incluso a que la adoptara una pareja heterosexual pero conflictiva, distante y disfuncional.

La pregunta 3 es una estupidez. Los niños de primaria y secundaria son super crueles, es más, son profesionalmente crueles, y cualquier cosa que encuentren para reirse del prójimo y humillarlo y/o segregarlo (e impedir así que compita por un lugar en su grupito de amigos) será usado. Claro, un niño con dos papás o dos mamás podría ser objeto de burlas y discriminación por aquello que los otros niños escuchan de sus papás y sus mayores, así como de los medios masivos de (des)información y de algunos profesores, respecto a que la homosexualidad es algo reprobable y retorcido. Si algún día la situación se normalizara, y los medios y los mayores y algunos de los profesores dejaran de hablar despectivamente de aquellos que no son como lo dicta el modelo estándar, es decir que si fueran menos cobardes u homofóbicos, y en lugar de humillar a fulano y a zutano porque son gays los trataran con el respeto que se merece cualquier ser humano, quizá (aunque bien podría ser que no) los niños seguirían ese ejemplo. Pero la misma situación y discriminación se da por culpa de las campañas contra los gordos, contra los miopes que usan lentes, contra los feos, contra los nerds, etc.

Así que creo que en lugar de intentar prevenir una situación por la que podrían discriminar a algún pequeño que ya de por sí la sociedad discrimina por huérfano, sería mejor que los padres adoptivos le enseñaran al niño a lidiar con la estupidez de quienes discriminan, a conocerse y valorarse a sí mismo, y a tener confianza en sus propias capacidades, habilidades y preferencias.

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