3 de enero de 2010

Porqué el opensource no agarra la onda (9 de 12)

El software potente y confiable puede ser malo

La idea por la que queremos que el software sea potente y confiable viene de la suposición de que el software está diseñado para servir a sus usuarios. Si es potente y confiable, eso significa que los sirve mejor.

Pero sólo se puede decir que el software sirve a sus usuarios si respeta su libertad. ¿Qué pasa si el software es diseñado para encadenar a sus usuarios?. Entonces, la potencia únicamente significa que las cadenas son más apretadas, y la confiabilidad significa que son más difíciles de quitar. Las funcionalidades maliciosas como espiar a los usuarios, restringir a los usuarios, las puertas traseras y las actualizaciones impuestas, son comunes en el software privativo, y algunos defensores del código abierto quieren hacerlo en sus programas.

Bajo presión de las compañías discográficas y cinematográficas, el software que las personas pueden utilizar está diseñado cada vez más específicamente para restringirlas. Esta funcionalidad maliciosa se conoce como DRM o «Gestión de Restricciones Digitales» (vea DefectiveByDesign?.org) y es la antítesis en espíritu a la libertad que el software libre busca proveer. Y no sólo en espíritu: puesto que el objetivo de la DRM es pisotear tu libertad, los programadores de DRM intentan dificultarte, hacerte imposible, o incluso que para ti sea ilegal modificar el software que implementa la DRM.

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