22 de agosto de 2010

¿Demasiado indiscreto, o simplemente imprudente?

Conversando con mi musa me cuestionó que yo escriba acerca de cuestiones personales de los personajes de mi vida cotidiana. Como la vez que dije que mis papás andaban peleados, ¿qué necesidad había de decirlo? Lo anterior porque mi amada es extremadamente discreta y hermética, y en su manejo de la información suele tomar en cuenta muchos más factores que yo. Muy bien, supongo que sí, que es así, que es cierto, que en ocasiones sólo estoy siendo indiscreto, sin plantear nada más, ninguna lección más allá del: "esto no lo entiendo" y/o "no hay que ser así".

Le pregunté entonces, sin afán de molestar, que cómo lo haría ella; es decir, cómo escribiría ella, tal vez sin la presión laboral encima, y sin la posibilidad constante de que Loana interrumpa la redacción y exija toda su atención. Es decir, hipotéticamente. Su ejemplo fue muy claro, en el libro póstumo Papeles inesperados, de Julio Cortázar, éste describe un viaje a Veracruz en el que un niño le bolea los zapatos y le hace polvo el corazón con una pregunta: que si el taxi desde la Argentina hasta Veracruz le costó mucho. Un detalle que denuncia un sistema de explotación que a su vez excluye a un pequeño de la información y la formación, y está tan bien redactado que al lector también se le rompe el corazón. Ahora bien, por desgracia, ahí ventanea al pobre niño en su ignorante intimidad, claro, anónimo, cuarenta o cincuenta años después, etc. Por otro lado, más adelante tiene un cuento en primera persona en el que la voz es la de una lesbiana que rechaza a un escritor con el que antes tenía una relación amorosa. Un cuento que se presume autobiográfico, pues Julio en algún momento de su vida estuvo unido a una mujer que luego resultó ser lesbiana y lo rechazó. De cualquier modo, el gran cronopio nunca publicó los dos textos en cuestión, sino que fueron entregados a la editorial hasta después de por lo menos 20 años de la muerte de su autor. Lo cual abre otra veta, escribir para mí, para no publicar en el blog, a guisa de diario, si de verdad tengo la necesidad, y dejar para el blog sólo aquello que pueda pasar por un tamiz de discresión y prudencia.

Mmmmj, en realidad lo que mi musa me dijo tiene sentido, pero también, se basa en el miedo de que medio mundo lea lo que escribo, y no es así, mis estadísticas en el analytics se estancaron, mi ritmo de publicación entierra constantemente los posts escandalosos y mis lectores son tan pocos que no creo que representen un riesgo. Ya veré qué hacer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y K AHI DE LA LIBERTAD DE EXPRESION EH???? OSEA TU MUJER NO KREEN EN LA LIBERTAD O Q????