Matar toros con heroísmo

Terminé el de La tarea del héroe. Cerca del final hay un capítulo en el titulado El torero como héroe, en el que Savater elogia la fiesta brava, y se opone a la visión necrofílica de la faena. Sí, la muerte está presente, tanto de hecho (al matar al toro) como en cuanto posibilidad (de que muera el torero), pero la muerte está presente en la vida misma. En realidad, según F.S., hay que ver a los toros como una ceremonia de vigorización, en la que el torero se asoma al abismo para salir de él más vivo, con vida que luego reparte entre quienes están alrededor. Del mismo modo que los africanos esos que para volverse Hombres tenían que matar a un león, no se trata de matar, o de matar por matar, sino de arriesgar la propia vida para renacer...

Después dese libro, empecé otra vez el de El valor de educar, del mismo autor, y en el primer capítulo explica una de las tantas diferencias de los humanos con la mayoría de los animales, un salto cualitativo acerca de la enseñanza: la constatación de ignorancia, el querer remediarla, y buscar activamente que los otros humanos entiendan la materia que se les explica. El que sabe, sabe que sabe, y que lo que sabe podría ayudar a otros que no lo saben, por lo que normalmente se pone en acción para compartir lo que sabe e institucionalizarlo. Saber que sabes, o saber que no sabes, son características exclusivamente humanas. Así que ahí es uno de los saltos cualitativos que distancian a los hombres de las bestias (aunque haya hombres que actúen como bestias).