Esta semana Loana se enfermó primero del estómago y luego de la garganta. Lo del estómago ya pasó, mi musa la llevó de inmediato al pediatra y le recetó unas ampolletas ingeribles para restablecer la flora intestinal, y nos dijo que era una leve infección. En cuanto a lo de la garganta, apenas empezó ayer y el doc le recetó vía telefónica a nuestra bella princesita, y al poco rato de ingerida la medicina dejó de moquear y mejoró muchísimo. Me siento ligeramente culpable de la enfermedad de la garganta, porque a mí me dio catarro antes con los mismos síntomas (nariz fuente y estornudos frecuentes), total que es seguro que yo la contagié...
Por otro lado, la movilidad de Loana es cada vez mayor. Cuando le cambio el pañal, ponerle el nuevo se vuelve una competencia de habilidad en la que hasta ahora he prevalecido, pero sí se aloca mucho mi engendrita. Anoche estuvo moviéndose desde sentada al lado de su mami, hasta impulsarse y abrazarla apoyada sobre sus rodillitas y de regreso a sentarse, por lo que sospecho que ya está a punto de empezar a gatear. Ya extiende su índice para decir "uno", y es cada vez más parlanchina. Creo también, que ya relaciona sus volcalizaciones mamamama con su mamá, porque ya usa mucho dicha vocalización en momentos en que su jefecita santa está en otra habitación, a modo de llamado, y le funciona de a tiro por viaje.
Ya tenemos los papeles para darla de alta en la guardería, probablemente empiece la próxima semana o la que viene (ahora sí). Este domingo cumple 10 meses, a ver cómo le festejamos.
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