21 de noviembre de 2010

Post presumido y pretencioso

En este momento, gracias a proyectos de freelance, tengo un sobresueldo como de un tercio de lo que gano en el trabajo. Pero apenas si me alcanza para cubrir los gastos de la casa y de Loana, y eso que Loana ya se duerme toda la noche, ya hay que cambiarla con menor frecuencia, ya toma menos fórmula, etc. En realidad para estar tranquilo, con capacidad de ahorro, con los servicios domésticos y médicos profesionales que requerimos, con reparaciones y adaptaciones a nuestro habitáculo citadino, y algunos pequeños lujos, tendría que estar ganando dos y media veces lo que me pagan en mi empleo. Pero eso me colocaría en una situación económica en la que están tal vez el 10 por ciento más pudiente de la población económicamente activa. Eso si ganara una y media veces más, pero en este momento soy clase media-media, tirándole a media-baja, y en riesgo permanente (si mi musa o yo perdiéramos repentinamente nuestro empleo) de precipitarme a la clase baja-alta y de ahí todo es de bajada...

Por otro lado, entonces, no sé cómo le hagan para vivir y mantener a sus familias todos aquellos que ganan la mitad de lo que yo, o un tercio, o un cuarto, o hasta la quinta parte. Por ejemplo, supongamos que usen pañales de tela para sus bebés, vaselina para las rozaduras, leche materna hasta los tres años, no les compren zapatos ni ropita sino que dejen a su críos semidesnudos y los cubran con cobijas cuando hace frío, no vayan al pediatra sino al seguro (los afortunados asegurados), aún así, seguramente sus bebés sufrirían de muchas carencias, tanto alimenticias como higiénicas, o tal vez sólo estoy siendo alarmista. Bajaré pirata la película de Babies, en bit-torrent, y si está buena la compraré, probablemente ahí haya respuestas a mis dudas.

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