15 de marzo de 2011

Graficar mi impuntualidad

Cuando trabajaba en Aeroméxico, medían al puntualidad del siguiente modo, si yo llegaba a mi hora o hasta cinco minutos después, ese día había sido puntual, si llegaba después, incluso tan sólo segundos después, ya había llegado tarde. Era una calificación binaria: a tiempo o tarde, 1 o 0, sin medias tintas ni nada por el estilo. El resultado era que al final del mes, si por ejemplo había habido 20 días laborales, y había llegado tarde cinco días, mi puntualidad era del 75%. Claro que el estándar era mínimo un noventa por ciento de puntualidad, de lo contrario te regañaban y te amenazaban y te castigaban. 90% de puntualidad quería decir que en un mes normal de veinte días laborales, uno podía llegar tarde solamente dos días. Como yo trabajaba de noche y mi entrada era a las 22:00, adquirí el hábito de llegar cinco minutos antes siempre y tuve 100% de puntualidad por 3 años que duró mi trabajo nocturno.

Después empecé a trabajar de día y desde entonces no he logrado llegar puntual más del 30% de las veces, según el estándar aeromexicano. He hecho propósitos de puntualidad y los he mantenido y logrado uno o dos días inmediatamente después de habérmelos propuesto, para caer de nuevo, luego luego, en la impuntualidad. De modo que se me ocurrió graficar mi impuntualidad. No, no es cinismo, tal vez así yo mismo me de cuenta y me esfuerce más. Pienso llegar y anotar los minutos posteriores a mi hora de entrada, irlos poniendo en una hoja de cálculo, y luego ponerlos en una gráfica de barras, para ver si tengo algún patrón, y tomar medidas (e.g. los lunes debo salir mínimo una hora antes or else, etc) Tal vez sean acciones que debería efectuar por sentido común, pero como por ahí me dijeron alguna vez, si fuera tan común, el mundo sería otro.

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