Por supuesto esto aún no responde a nuestra pregunta. Aún no hemos dilucidado qué hace que algo de verdad importe. Sin saber esto, seguimos sin poder saber qué cosas importan verdaderamente, o incluso si cualquier cosa, lo que sea, importa para nada. Sin embargo, al menos ya no estamos buscando en una dirección estéril.
Propósito en la teología
En las tradiciones Judía/Cristiana/Musulmana, buscar un propósito lleva ultimadamente a Dios, la summun bonum, la presunta respuesta a todas las preguntas. La siguinete cita, que es de la Summa Contra Gentiles, Libro III, del teólogo medieval, Santo Tomás de Aquino (1225-1274), ilustra ese razonamiento.
...se sigue que Dios, como tal, es un fin. Consecuentemente aquello que es el bien supremo es supremamente el fin de todo. Ahora, no hay más que un sólo bien supremo, esto es Dios... Por lo tanto todas las cosas están dirigidas al mayor de los bienes, es decir Dios, como su fin. (Aquino 1993:32)
El propósito de la vida humana es supuestamente conocer a Dios, alabar a Dios, seguir los mandatos de Dios, o cumplir con los propósitos de Dios. Si no creemos en Dios, sigue diciéndonos esta línea de razonamiento, entonces estamos en graves problemas. Sin Dios, la vida humana no tiene propósito y, por lo tanto, no tiene sentido.
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