10 de marzo de 2011

No puedo saltar el charco

Platiqué con mi papá sobre varias posibilidades de negocios con mi oficio de programador. En primer lugar, el representa a empresas europeas que hacen maquinaria industrial, pero que tienen unos sitios web bastante chafas además de unas presentaciones electrónicas de ventas en CD o DVD malísimas. La mayoría de esas empresas manda a hacer sus sitios a países de Europa del este, como Hungría o la república Checa, y opino que yo podría hacer ese mismo trabajo acá en México, con ayuda de algunos amigos, y sacarle bastante jugo a esas empresas italianas... (Vender a precio sub-europeo y vivir a precios mexicanos).

Por otro lado, mi tío Francesco dejó al morir su departamento y el resto de sus bienes a mi padre y mi tía. Entonces le pregunté a mi papá si pensaba vender ese depa, y me dijo que de momento no, y se me ocurrió que podríamos a) irnos para allá mi musa, mi beba y yo, y disfrutar de un lugar donde vivir en el viejo continente, y tal vez empezar a ofrecer mis habilidades y las de mi amada allá mismo, y probablemente sobrevivir mejor que acá en nuestro México ni tan lindo y ni tan querido.

El problema deste sueño guajiro es que llegando allá necesitaría fondos y tiempo para a) sobrevivir, b) adquirir mi licencia de manejo, c) conseguir un coche, d) llamar a prospectos de clientes y venderles, e) producir lo solicitado en tiempo y forma, y f) empezar a cobrar... Sin embargo, en este momento cuento con 97 pesos en mi cuenta de banco de aquí hasta que paguen la quincena, así que brincar el charco con mi familia resulta de momento imposible.

No hay comentarios.: