19 de mayo de 2011

Transcrip/traducción de fragmento de debate

Yo no sabía pero en 2009, en Puebla, hubo un festival llamado La ciudad de las ideas en el que participaron en un debate 3 de los campeones antiteistas más prominentes y geniales que ha dado nuestro tiempo: Daniel Dennet, Christopher Hitchens, y Sam Harris. Lástima de los oponentes, la verdad es que odiosos y malignos todos ellos, como la mayoría de los que se dedican a la religión. El segundo en participar fue Sam Harris, con introducción del antipático Andrés Roemer. Aquí dejo el video junto con una transcripción/traducción que hice al vuelo (por supuesto que al copiarla aquí la corregí).



Es un gran honor estar aquí.

Parece que nos ha tocado a mis colegas y a mí, Christopher y Dan, argumentar contra Dios. En el que, recién me entero, es el estado más religioso de su nación. Me da valor el número de manos que se levantaron. Sólo quiero asegurarle a aquellos que son religiosos aquí que nuestra intención no es ofenderlos esta mañana. Con todo, voy a pagarles su hospitalidad diciéndoles exactamente lo que pienso sobre la religión.

Como alguien que ha pasado los últimos años criticando la fe religiosa, me he familiarizado bastante con la forma en que la gente de fe sale a la defensa de Dios. Y resulta que no hay cientos de modos de hacerlo. Parece haber solamente tres: ya sea que se argumente que una religión específica es verdad, o se argumenta que la religión es útil, o se ataca al ateísmo por intolerante, elitista o de algún modo corrosiva para los valores humanos básicos.

La única línea de argumentación que es relevante para este debate, o en cualquier debate de la validez de la religión, es el argumento de que la religión es verdadera. O más bien, que una religión es verdadera, porque obviamente no pueden ser verdaderas todas. De hecho nuestros oponentes aquí, representan dos fes diferentes y mutuamente incompatibles.¿Fue Jesús el mesías? El rabino y Dinesh no van a estar de acuerdo en ese punto.

Como Bertrand Russel dijo hace más de un siglo, incluso si supiéramos que una de las religiones del mundo es verdad, es perfectamente verdadera, dada la multiplicidad de fes, dada su mutua incompatibilidad, todos los creyentes tendrían que esperar su perdición sólo por cuestión de probabilidades.

Antes de profundizar en el asunto de las verdades religiosas, quiero ilustrar lo confundida que debe estar una persona para que argumente que es razonable creer en Dios porque la religión es útil, porque le da sentido a la vida, porque hace a la gente más moral que los demás, como el rabino sugirió, o porque hace a las personas más felices; o cualquier beneficio que podrían imaginar de la religión.

Imaginen que van caminando por la calle y se encuentran a un viejo amigo y se ve radiante de felicidad, y le preguntan que cómo le va en la vida y les dice que todo cambió en su existencia el día que supo que estaba destinado a casarse con Angelina Jolie. Puede ocurrírseles preguntarle "¿porqué crees eso?", después de todo, Angelina Jolie es una de las mujeres más famosas y bellas del planeta, no por nada está casada con Brad Pitt, y tienen algo así como 27 niños en este momento...

Qué tal si su amigo, sintiendo su escepticismo, les dijera: "De verdad no entiendes, esta creencia le da sentido a mi vida. Ahora sé que mi propósito en la vida es ser el esposo de Angelina."

Y que tal si su amigo les dijera: "esta creencia me ha hecho una mejor persona, ahora soy increíblemente tierno con los niños, anticipando tener que criar a los hijos de Angelina una vez que Brad se vaya."

O qué tal si su amigo les dijera: "tú puedes creer lo que quieras, pero yo no quiero vivir en un universo en el que yo no me case con Angelina Jolie."

Debería ser muy claro llegado este punto, que su amigo perdió el juicio. Que podría ser incluso una persona peligrosa, y ese es precisamente el tipo de conversación que frecuentemente pasa por sabiduría en los círculos religiosos, y podría querer pasar por sabiduría aquí. Por cierto el argumento de la moralidad es de ese tipo.

Las creencias no son como la ropa. Lo cómodo, lo útil y lo bien que se vean no pueden ser nuestros criterios conscientes para adoptarlas. Para creer en una proposición debes pensar que hay buenas razones para creer en ella, y el efecto que esa creencia va a tener en tu vida no puede estar dentro de esas razones. Eso es lo que es tener el juicio nublado por prejuicios. Es por eso que tenemos expresiones como "whisful thinking" o "Self Deception".

Creer que de verdad hay un dios, es también creer que ustedes están en algún tipo de relación con respecto a su existencia, tal que si no existiera ustedes no creerían en él. ¿Cómo es que la supuesta utilidad de la religión encaja en este esquema? No encaja.

Así pues regresemos al asunto de la veracidad. Es muy común que las personas digan que no hay conflicto entre la ciencia y la religión, porque cada una se relaciona a cosas diferentes. Eso es una mentira. La religión y la ciencia, ambas hacen afirmaciones sobre cómo es el mundo. Y son afirmaciones incompatibles sobre la misma realidad. Y hacen tales afirmaciones basadas en patrones muy diferentes de evidencia y modos de argumentación.

Debería estar muy claro que hay un conflicto, un conflicto perfecto, entre exigir buenas evidencias para lo que se cree, y estar satisfecho con malas evidencias, o sin nada de evidencias.

Entonces, la religión y la ciencia están en conflicto porque no hay modo de separar las afirmaciones religiosas y científicas. La afirmación de que Jesús nació de una virgen por ejemplo, es una afirmación central para la cristiandad, y es también una afirmación sobre biología. La afirmación de que resucitó de los muertos y volvió a caminar entre los hombres, es una afirmación sobre la historia; es una afirmación sobre la supervivencia humana a la muerte. Aparentemente es también una afirmación sobre el vuelo humano sin ayuda tecnológica. Judíos, cristianos y musulmanes mientras que discrepan en muchas cosas, todos están de acuerdo en que el día del juicio final, toda persona que ha vivido en la tierra, resucitará físicamente. ¿Qué leyes científicas está violando esa afirmación? Uno se siente tentado a decir que todas.

Si las afirmaciones básicas de la religión son verdaderas, la ciencia está tan ciega respecto de esta realidad subyacente, y las leyes de la naturaleza son tan susceptibles a modificaciones sobrenaturales, como para volver toda empresa científica ridícula. Si por otro lado las afirmaciones básicas de la religión son falsas, la mayoría de las personas en este planeta están profundamente confundidas sobre la naturaleza de la realidad, y asaltados por esperanzas y miedos bastante irracionales. Y mucha gente está simplemente desperdiciando su vida y propagando engaños, frecuentemente con resultados trágicos. Me parece que ninguna persona pensante puede ser indiferente entre los dos lados de esta dicotomía.

Muchos imaginan frecuentemente que los no creyentes como yo deben estar en principio cerrados a la vida espiritual. Esto no es verdad. Ustedes pueden tener una profunda vida ética y espiritual sin mentirse a ustedes mismos, o a sus hijos, sobre la naturaleza de la realidad. Sin pretender saber cosas que no saben. No hay nada que impida a un no creyente experimentar el éxtasis, y el amor trascendente, y el arrobamiento y el asombro. De hecho no hay nada que impida a un no creyente irse a una cueva a practicar meditación por un año como un verdadero místico. Lo que los no creyentes no acostumbran hacer es afirmaciones injustificadas e injustificables sobre la naturaleza del cosmos, o sobre el origen divino de ciertos libros, con base en esas experiencias.

Esa es una diferencia digna de notarse.

Lo que yo quiero darles a entender es que lo que sea verdad sobre nuestra circunstancia en términos éticos y espirituales, puede ser descubierto ahora, y puede ser tratado en lenguaje compatible con nuestro creciente entendimiento científico del mundo y de la mente humana.

Cualquier descubrimiento que se vaya a hacer sobre cómo maximizar el bien estar humano, puede hablarse en un lenguaje que no es una afrenta frontal a todo lo que hemos llegado a saber en los últimos dos mil años. Y suscribir a cualquier religión de la edad de hierro como el judaísmo, el cristianismo y el islam, es hacer una afirmación tácita de que eso es imposible, de que no hay de hecho ninguna manera de entender nuestra circunstancia usando las herramientas de nuestro entendimiento moderno del mundo. Que alguna medida de superstición es necesaria, alguna medida de mitología, que tenemos que mentirnos un poco.

El punto es que sólo podemos depositar nuestra confianza en la conversación humana. Y la pregunta es ¿quieren ustedes depositarla en una conversación del siglo 21, donde tenemos toda la literatura del mundo y el conocimiento disponibles para nosotros, o quieren depositarla en una conversación del primer siglo, o del séptimo siglo, como fue preservada por alguno de nuestros libros sagrados? Muchas gracias.

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