22 de septiembre de 2011

Nostalgia por el trabajo nocturno

La única cosa de la que siento nostalgia de cuando trabajaba en AeroMéxico es laborar de noche. Uno está totalmente solo, hay silencio, el tiempo tiene otro ritmo que de día, se avanza y se encuentran soluciones, se trabaja sin estrés, tranquilo, se puede uno concentrar mucho más, y más profundamente, etc.

Tras tres años de trabajo nocturno, aprendí a dormir a la hora que fuera, se volvió sólo cosa de proponérmelo y me quedo dormido. Estar despierto de noche es buen remedio para el insomnio. En las noches, en los tiempos muertos, aprendí primero a poner un proxy para tener salida a internet (porque la empresa lo tenía restringido). Luego a acceder remotamente vía ssh a servidores con linux y administrarlos, entre otras cosas.

De noche escribía largas cartas para amores lejanos, e intentaba poemas para amores cercanos. Trabajar de noche era hasta cierto punto inspirador, y en tres años sólo dos veces, por emergencias, tuve que quedarme un par de horas más tarde de mi hora de salida. De hecho, mi salida era a las seis y media, y por lo general a las seis treinta y cinco ya estaba yo en la calle. A las seis de la mañana en punto llegaba la Chinos, señora del aseo que hacía todo el edificio, y me hacía una trenza para que me fuera a dormir y mi larga cabellera no se me maltratara.

Me iba caminando a casa (que quedaba a unas cinco cuadras), pasaba por un licuado en un puesto callejero, y llegaba como a las siete a dormir. Para mí es el turno laboral de ensueño. Me encantaría que ese fuera mi horario acá en donde trabajo ahora. Para programar estoy seguro que sería mejor mi desempeño, dormiría durante el tiempo que mi pequeña está en la guardería, pasaría la tarde con ella y mi musa, y a las diez de la noche las dejaría, las dos a punto de irse a dormir, para ir hacia el trabajo, al cual llegaría en 15 minutos porque a esa hora no hay tráfico. Ah, nostalgia, pero tenemos que estar de día trabajando para que los jefes estén al mismo tiempo y sientan que nos vigilan y que gracias a ellos producimos.

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