26 de septiembre de 2011

Una guia para los sin Dios: C4-Realización personal (4 de 9)

Lo distintivo

Un modo de construir teorías de potencial humano a desarrollar a partir de juicios de valor podría ser seleccionar para su desarrollo sólo aquellos aspectos de la naturaleza humana que sean distintivos de los seres humanos. Todos los seres vivos mueren, entonces la muerte no es un potencial distintivamente humano. Los animales pueden aumentar su fuerza, peso corporal, y largo del pelo, así que esos no son potenciales distintivamente humanos tampoco. Por otro lado, la racionalidad, la productividad social, la imparcialidad, y la conciencia trascendental son potenciales que sólo los seres humanos pueden tener.

Consideremos, sin embargo, que elegir sólo rasgos humanos que desarrollar es una estrategia sumamente chovisnista de defender la realización personal. Las plantas, por su naturaleza, tienen un potencial para el crecimiento y la reproducción. Los animales, por su naturaleza, tienen potenciales variados para incrementar su tamaño, fuerza, velocidad, agilidad, y hasta para el sufrimiento. Los ecosistemas tienen potencial para la integridad y la homeostasis. Al valorar solamente los potenciales de la naturaleza humana, la estrategia distintiva devalúa implícitamente los potenciales de otras especies y comunidades vivas. Si el florecimiento humano fuera lo único que importara, entonces tendríamos que alcanzarlo sin importar el costo impuesto al florecimiento de otros seres vivos. La discriminación a otras especies por parte de la estrategia distintiva subraya los juicios de valor implícitos que está haciendo.

Consideremos, también, que algunos potenciales humanos distintivos obviamente no le dan sentido a la vida. Sólo los humanos tienen sentido del humor. ¿Hace esto que decir chistes sea el sentido de la vida? (Nozick 1981:516) Por supuesto que no. Sin embargo, juzgar que el humor es un potencial tan poco importante como para no poder ser el sentido de la vida sigue siendo un juicio de valor. Los humanos son la única especie que mata por placer. ¿Hace eso que la destrucción por el puro placer sea el propósito de la vida? (Hurka 1993:11) No, la destrucción sin motivo es malvada. Este juicio podría ser poco controvertido, pero sigue siendo un juicio de valor. Demostrar que desarrollar cierto potencial es distintivamente humano no es suficiente para plantearlo como el sentido de la vida. Debemos apelar siempre a mayores fuentes de valor. Para descubrir lo que de verdad importa, debemos ver en otras direcciones.

1 comentario:

Anairam G. B. dijo...

Emiliano, este post me pareció interesante:
http://opinionator.blogs.nytimes.com/2011/09/11/the-meaningfulness-of-lives/