4 de septiembre de 2011

Punch bag mediático

Hace poco Vicente Fox, ex-presidente de México, dijo dos cosas que me dejaron pensando en la capacidad de los medios para torcer el contenido de lo pronunciado por los personajes públicos, y en lo cuidadoso que debe ser cualquiera que diga algo desviado del discurso oficial frente a ellos. La primera cosa que Fox dijo fue que había que legalizar las drogas y la segunda fue que había que dar amnistía a los criminales organizados. Dijo una tercera, a mi entender la única estúpida, y fue que había que negociar una tregua con la delincuencia. Y es estúpida porque cualquier gobierno debe mantener el monopolio de la fuerza bruta sin reconocer a ningún otro jugador en ese terreno, ya que reconocer a alguien más equivale a darse por vencido.

La primera cosa dicha por don Fox me parece sensatísima porque habla de que el gobierno deje de ser el gran papá o gran hermano, el gobierno ya no se metería con los individuos respecto de qué sustancias quieren consumir, ya no dictaría, según criterios del siglo pasado qué sustancias son ilegales y qué sustancias son legales para que adultos las consuman. Es obvio que si uno está cometiendo un crimen al comprar unos gramos de mariguana pero ninguno la comprar dos litros de cianuro algo anda mal en las leyes. Claro, se dirá que el cianuro tiene usos industriales y mineros, e incidentalmente es un veneno, mientras que el cáñamo sólo sirve para obtener un estado de percepción alterado, sin que incidentalmente sea de uso productivo en ningún sector comercial. Sin embargo eso no quita que el cianuro sea letal a la primera con tan sólo exceder una proporción de partes por millón en agua, mientras que yo nunca he sabido de una sobredosis letal de mariguana. Total, que el primer punto tratado por Fox no es estúpido, no es irrelevante, y no debería descartarse sin más ni más; pero al estar unido con el segundo punto, y peor aún, con el tercero pareciera equivalente en estupidez.

El segundo punto habla de una amnistía y fue ridiculizado en todos los medios, porque imaginémonos, dijo FeCal, que en lugar de perseguir a los que mataron a 52 personas en el casino Royale de Monterrey se les perdonara... Lo divertido de ese punto es que pareciera que se está proponiendo amnistía para todos los crímenes, incluso el asesinato, o el robo a mano armada, o el secuestro, o las violaciones. Pero si se estaba hablando de legalizar el comercio de drogas, seguramente se hablaba también de dar amnistía a quienes comercian ilegalmente con drogas hoy en día, no a los que por contrabandear mataron, robaron, portaron armas reservadas al ejército, etc. ¿Que si son los mismos?, no necesariamente, porque los que tienen sus "tienditas" y los que reparten droga al menudeo en las calles, en los antros, en las fiestas, en los valets parkings, en los tianguis, etcétera, no venden tanto como para armarse, son los achichincles, y suelen ser los chivos expiatorios que están en las cárceles de todo el país.

Así pues, creo que legalizar la droga podría beneficiar a México en cuanto a los impuestos que tendría que pagar el comercio de los estupefacientes, en cuanto a que ya no compraría el gobierno tantas armas para combatir el tráfico de drogas (y ese presupuesto podría usarse para otros programas más redituables socialmente). Beneficiaría a los consumidores porque podría normarse una calidad y ya no habría tantos envenenamientos derivados de la adulteración, y porque se obtendría más variedad y mejores precios. Y seguramente perjudicaría a los criminales organizados porque ya no ganarían tanto al ya no ser ilegal lo que venden. Y obvio, si ya no es ilegal vender drogas, los que hasta ahora han sido presos por venderlas (si no cometieron ningún otro delito) tendrían que salir en libertad. Ese es para mí el verdadero significado de las valiosas palabras de nuestro ex-presidente, el cual tuvo que dejar de ser presidente para empezar a decir cosas inteligentes. Probablemente en unos años veamos haciendo declaraciones similares a FeCal, al tiempo que Cordero o Peña Nieto lo tiran de a loco.

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