8 de octubre de 2011

Respondiendo a la respuesta 3

Las teorías de la conspiración son ideas que tienen que ver con una sensación fundamental de ser el centro del mundo (cosa cierta para cada quien), y con el hecho de que si se es el centro del mundo todo lo que sucede al rededor tiene que ver con uno, ¿no? La cosa está así, si alguien me agravia no es por estúpido o por error, sino porque me tiene celos, o coraje, o envidia, o simplemente es malvado (y yo soy siempre el bueno del cuento). Esta misma forma de pensar es la que hace que uno crea que si tembló en el defe y se cayeron algunos edificios no fue por azar, accidente, incompetencia de los constructores, porque así pasa, o porque las placas tectónicas acumularan energía y en un momento dado la liberaran toda, no, porque en lo anterior no hay intención, y para hacernos tanto daño debió haber una intención, así que empieza uno a imaginar a un grupo de malvados que puso una bomba subterránea, o a los demonios, al diablo, o tal vez al mismísimo Dios enojado por nuestros pecados.

Richard Dawkins en una charla que dio en una convención de ateos que yo vi en youtube, plantea que somos seres que retribuimos, que tenemos un mecanismo de retribución que ha sido de gran ayuda evolutiva: si alguien nos hace un favor quedamos en deuda, si alguien nos hace daños, queremos cobrarle con sangre, lo que hace que por lo general tratemos de portarnos bien con nuestros semejantes, ya que por experiencia propia, por nuestros propios sentimientos cuando alguien nos hace algo (bueno o malo), sabemos que si nos portamos mal eventualmente habrá consecuencias desagradables y que si nos portamos bien, en la mayoría de los casos se nos retribuirá.

Con ese mecanismo de retribución nos sucede que, cuando una gran desgracia nos ocurre (digamos que perder a seres queridos en un accidente) empezamos a cuestionar el hecho, "si yo nunca hice daño a nadie, no me lo merezco, es injusto, etc" y queremos encontrar algún culpable; o si algo buenísimo nos pasa (digamos que ganar la lotería) tratamos de convencernos de que algo bueno hicimos, de que en el fondo Dios o quien sea nos está sonriendo o nos está ayudando, y quisiéramos agradecerle a alguien. Dawkins argumenta que aquello que funciona muy bien en una escala entre individuos, la reciprocidad, el agradecer y el desquitarnos, no funciona igual en escalas más grandes o con actores no humanos, y que esa necesidad de culpar o agradecer lo que nos sucede, es una de las tantas causas de que sea posible concebir a un Dios personal que nos vigila y cuida.

Como sea, eso quiere decir que por lo general hay que descartar teorías de la conspiración que involucren a fuerzas naturales, por ejemplo, el tsunami japonés de marzo pasado, no pudo ser obra del hombre, ¿o sí?, Bueno, de hecho como poco a poco controlamos más y más a la naturaleza, aunque es sumamente improbable, sí pudo ser una bomba submarina... Bueno, pero, un huracán, ¿qué tal un huracán?, no, creo que eso todavía no, ni un tornado, ni muchos otros fenómenos tampoco. Ok, pero, ¿y las torres gemelas?, a esas las tiró la gravedad ¿no?, junto con unos avionazos, unos incendios, y toda la ayuda de Allah, ¿no? El punto es que no sabemos, no hay modo de saberlo, lo que sí podemos averiguar es quienes se beneficiaron, y no fue Bin Laden, no fue Sadam, no fueron los países con población musulmana, sino algunos pocos personajes gringos. Estados Unidos tiene dos enormes fronteras que más porosas no se puede, vamos, por ellas pasan miles de inmigrantes ilegales al año, tiene dos costas gigantes por las que seguramente se puede contrabandear de todo, ¿qué no era más fácil meter una bomba sucia por algún lado, y luego detonarla ahí en cualquier punto de NY, que secuestrar cuatro aviones y estrellarlos sobre el WTC/pentágono? Sí pero al parecer hicieron lo segundo, no lo primero.

En fin, como los arquitectos e ingenieros por la verdad del 11/9 se detienen tras explicar que el desmoronamiento de los tres edificios del WTC es más fácil de explicar con una demolición controlada que con un impacto, fuego y la gravedad, pero no acusan a nadie ni se ponen a elucubrar, yo voy a atar los cabos en una teoría de la conspiración que más conspiranóica es imposible, en la próxima entrega de esta serie.

No hay comentarios.: