Esta es la segunda parte del artículo de Think Quarterly The Google Gospel of Speed
Tenemos una simple regla en apoyo de este evangelio de la velocidad: No lanzar mejoras que nos atrasen. Pueden inventar una característica nueva genial, pero si retrasa la búsqueda, tienes que ya sea olvidarla, o arreglarla, o traer otro cambio que más que compense el atraso. Tenemos lo que llamamos un 'presupuesto de latencia fijo', que es algo así como un presupuesto familiar. Si quieres irte de vacaciones a un lugar más lindo pero el presupuesto no alcanza, necesitas cortarle en otros lados.
Este simple concepto dirige a legiones de ingenieros de Google y gerentes de producto a hacer algunas cosas bastante sorprendentes. Es por eso que cuando haces una búsqueda de Google desde un lugar remoto del mundo, tus resultados seguramente te llegan de computadoras cercanas. Trabajamos para hacer cachés de datos en instalaciones locales, con el objetivo de hacer que Google sea casi tan rápido en San José, Argentina, o San José, Costa Rica, como lo es en San José, California.
Es por eso que tenemos tableros de control de desempeño en vivo en grandes pantallas en muchas de nuestras oficinas de ingeniería, para que los equipos puedan ver los niveles de latencia a lo largo y ancho de nuestros servicios. Es por eso, que hace unos años, cuando fallamos en cumplir con nuestros principios y las cosas empezaron a hacerse lentas, tuvimos un 'código amarillo' e hicimos que ingenieros y gerentes de producto de equipos de productos principales dejaran lo que estaban haciendo y se pusieran a trabajar en hacer que las cosas fueran más rápidas. La velocidad es simplemente parte de nuestra cultura de ingeniería.
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