De esclavitudes a esclavitudes

Según ví en varias fuentes (Chomsky, Zinn, Savater, o series televisivas como Rome, Spartacus, etcétera) durante prácticamente toda la historia de la humanidad y hasta hace casi como 200 años hubo, de modo oficial y legal y en países "modernos", un fenómeno llamado esclavitud. Digo, había personas que podían comprar a otras personas. A los que eran comprados se les llamaba esclavos, y normalmente los que los compraban eran ciudadanos. La cosa es que existía un valor monetario por cabeza, y una vez que uno era dueño de un esclavo podía ordenarle prácticamenet lo que fuera. Al mismo tiempo, si uno era esclavo, y quería seguir viviendo y/o no ser torturado, debía obedecer prácticamente lo que fuera. En la antiguedad los esclavos tenían algunos derechos, por ejemplo, en la Biblia, esa fuente de amor y compasión, se menciona que un dueño no podía golpear a un esclavo hasta matarlo, o bueno, el esclavo no debía morir instantáneamente por los golpes, ya si se moría al día siguiente entonces no había ningún problema.

Según esto el esclavo de la antiguedad era mejor tratado que el esclavo gringo de hace 200 años, dicen que el esclavo antiguo podía ahorrar y comprar su libertad, a veces podía hasta casarse con alguna persona libre que le ayudara a adquirir su propio título de propiedad. Un esclavo doméstico podía ser educado, aprender a leer y escribir, y llevar las cuentas... finalmente, si era un esclavo muy hábil podía volverse una especie de administrador y consejero de su amo. Claro que todo eso tiene que ver con los esclavos domésticos porque los había en el campo y en las minas y sus expectativas y posibilidades eran mucho menores. Otra cosa interesante es que un esclavo en tiempos antiguos podía ser blanco, negro, asiático, indú, o hasta un ex-ciudadano caído en desgracia y obligado a venderse para pagarle a sus acreedores. Es decir, había una especie de igualdad que no tomaba en cuenta el color de la piel; no estaba esa diferenciación racista que podía observarse en la esclavitud de los E.U.

En E.U., por ejemplo, hubo racismo, un maltrato sistemático sin precedentes, los esclavos no tenían ninguna posibilidad de comprar su libertad, y aunque hubieran podido hacerlo, salir a la calle como hombre libre negro no era nada seguro pues las posibilidades de ser linchado eran altas. Como sea, mantener a tu mano de obra esclava requería ciertos gastos de "vivienda", alimentación y cuidados que a la larga eran una inversión muy cara, además, si un esclavo salía malo y no hacía lo que tenía que hacer, podías: a) venderlo, o b) matarlo; pero la opción "b" suponía perder el dinero gastado en la compra del esclavo, mientras que la "a" requería de un comprador a la brevedad para que saliera la mercancía... Ahí es donde aparece el concepto de empleado, ¿para qué gastar en ellos, digamos, 2 dólares mensuales por piocha, y llamar al doctor si se enfermaban, y darles medicina, cama, techo, comida, etcétera -- y todo sin que estuvieran produciendo; pudiendo pagar 1 dólar al mes, despedir a quien les salía malo, despreocuparse de las fugas, vivienda, comida, enfermedades, etc.

Según esto, el debate sobre la emancipación no era sobre los derechos o la humanidad, los que estaban en contra (o a favor de la esclavitud) opinaban que cuando uno es dueño de un coche, por poner un ejemplo, lo cuida más, y está en mejores condiciones que si sólo lo renta. Obvio, uno cuida mejor lo que es suyo. Ahora quieren hacerlo pasar por una lucha por los principios, por la libertad, por la dignidad humana, etc. En realidad en la actualidad somos los esclavos de última generación, el salario es nuestra cadena, estamos amarrados a los lugares donde laboramos por la necesidad, con la ventaja para el patrón de que no tiene que darnos techo, comida, cuidados médicos, ni nada más allá del sueldo (del que el gobierno además nos quita una lana en impuestos). A quienes nos contratan no les costamos nada, más allá de la renta que pagan quincenalmente, así que con la mano en la cintura pueden despedirnos, y con relativa facilidad empezar a rentar a otro.