24 de diciembre de 2007

Buen inicio, que nunca...

Este es el último post del año con etiqueta reflexiones. Fue un año muy lindo, en el que empecé a escribir con cierta constancia para un público imaginario, para mi musa y para mí. También fue un año en que hubo ajustes ahí dos-tres fuertes, como mi cambio de trabajo. La revista picnic-mag tronó, pero fue retomada y concienzudamente desbaratada y podrida (no que antes fuera un producto de super-calidad, pero tenía detrás a personas más cultas y menos obvias).

El 30 de diciembre D y yo cumpliremos 2 años de habernos citado en el Péndulo de la Condesa, después de un par de semanas de tratarnos vía messenger. Ese día que nos vimos, mi intención era disfrutar de una rica conversación inteligente y nada más, pero conforme ella platicaba, surgieron de entre sus labios y sus ojos lazos de luz que se entretejieron con mi alma (y supongo que de mis palabras nacieron otros lazos hacia ella que). Luego, después de que con pena nos informaron que ya estaban por cerrar el lugar, viajamos hacia su casa, en la puerta nos besamos, y desde ahí nos.

Me gusta dejar las oraciones incompletas, o abiertas, para que las complete el. Si el año que viene es similar a este que acaba, habrá mucha producción y mucho aprendizaje y muchas sonrisas y gran. Bueno, ya fuera de mamadas, feliz.

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