15 de abril de 2008

Albercas restaurantes

La semana pasada casi no tuve vida. Me la pasé metido en la oficina. Sin embargo no dejé de leer, no dejé de bloggear, no dejé de conversar algunas horas entre caricias de madrugada con mi amada, ni de enterarme a lo Mafalda cómo va el mundo. Tiene fiebre altísima el pobre, la plaga humana lo ha cubierto de cabo a rabo, y encima de esa infección, sus parásitos inventan modos de aniquilarse, cosa de locos.

El domingo que fui a trabajar la empresa nos apoyó con la comida y fuimos al Vips, surgió una polémica entre Rodrigo y yo porque en algún momento de la conversación él comentó que smoking areas in restaurants are like pissing areas in swimming pools, objeté comentando que era una analogía burda y errada y contraobjetó hablando de la relación en fluidos 'agua vs aire' y 'alberca vs restaurant', pero el esquema confrontacional no ayudó en nada a la fluidez de la comunicación, y finalmente pasamos a otros temas. Creo que el cansancio me hizo engancharme y argumentar en modo torpe mi objeción.

Después, reflexionando supe que me había enganchado, y en algunos momentos de insomnio elaboré mucho mejor mi argumentación: plantearía la diferencia en cuanto a lo remplazable de los fluidos, una alberca se tarda horas en llenarse y limpiarse mientras que en puedes sustituir el aire con relativa velocidad. Adicionalmente, el problema ya ha sido resuelto mucho más elegantemente en la UE, donde se deben cumplir ciertos requisitos de dimensiones, ventilación y extracción de fluidos, para que se les permita a los restauranteros asignar áreas a los fumadores. Y finalmente, (genial y novedosa idea) desechar lo de las áreas para orinar en albercas, como ridículo es por no tener visión. Imaginémonos que me piden amablemente que, si quiero mear sin enfrentar el frío y la cola de los baños, en lugar de hacerlo en medio de la alberca (como lo hace la mayoría de los adolescentes y niños) lo vaya a hacer a ese espacio donde se está succionando el agua permanentemente para limpiarla con sistemas futuristas...

Lo que pasa es que ahora ya ni me parecen tan convincentes mis contracontraobjeciones. Apatía, en el sentido de explicar mi posición. Al fin y al cabo, tampoco quiero fumar toda mi vida, y si para hacerlo mientras tanto, tengo que salir al aire libre, pos ya ni modo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La analogía de la alberca es buena. Mejor es hablar de una nueva ley para la protección de los no-automovilistas. Y ya deja de fumar tabaco, it is of she-who-was-fucked.