Para trabajar en equipo en producción de software, hay que hacer como en un juego de turnos. Uno hace algo bien, luego sigue hasta que todo se le rompe; ahí es cuando entra el otro (si son más de dos, el segundo), quien debería hackearle hasta lograr rescatar lo que funcionaba y aplicar más mejoras, que otra vez romperán las cosas, que retomará el primero (o el tercero, en caso de ser más de dos), y así sucesivamente. Hay días malos en que no se da una y el juego frustra terriblemente, y los hay en los que al final de la tarde hay cierta satisfacción por haber logrado la mayor parte de los objetivos dese día.
Para mantener el departamento limpio, (primero que nada) necesitamos que venga una persona de confianza una vez a la semana, pero eso por supuesto no basta, los platos se van acumulando en la cocina, el polvo sobre los muebles, las sábanas arrugadas sobre la cama sin hacer, la basura en los basureros, etc. La política tácita ha sido nunca indicar lo que "hay que hacer". Si uno piensa que algo debe hacerse, pues por algo tiene manos, y a actuar se ha dicho. Así es como mi musa y yo hemos mantenido la mugre a raya. Aunque se trata de una lucha cruenta e inagotable.
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