Me traje de Texcoco I Promessi Sposi, de Alessandro Manzoni, porque U.E. habla con cariño del. Creo que lo empezaré en un par de meses. Serán 864 páginas en 108 sentadas de 4 hojas, aprox 20 minutos por sentada, 2160 minutos o 36 horas. Más o menos igual que en el de El miedo en occidente, de Delumeau, aunque aquí es narrativa, y tengo altas expectativas.
El sábado por la noche, D y yo fuimos a una cena sumamente divertida a casa de Óscar y Abi. También fueron Xico y Marta, bebimos vino, hubo fondue, verduras asadas, quesos y buen pan. Luego hubo botana con cerveza, y luego, para mí sólo agua, para que se me fuera bajando y pudiera manejar. Al principio convivimos un ratito con la hijita de Abi y Óscar, luego conversamos los seis profusamente y bien sabroso de muchos temas, después jugamos rummy, y al rato manotazo. Para regresar al fin a dormir a las cuatro y media al departamento.
Obviamente el domingo no podíamos ni abrir los ojos. Tan desacostumbrados ya a esas desveladas. Además, cruzamos vinos, lo que nos provocó cruda. De todos modos nos levantamos, publiqué mi post y asistimos a la comida convocada por el papá de D, luego fuimos a entregarle el coche a mi papá, nos tomamos un café con él, y nos volvimos nuevamente pal Defe. Agotados del fin de semana y añorando dos días más de descanso, acabamos mentando madres por la fatalidad de tener que ir a trabajar al día siguiente de un descanso después del cual sería necesario descansar más.
28 de abril de 2008
Descanso agotador
Etiquetas: reflexiones - Publicó persona.vitrea a las 09:00
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