En un libro de motivación que leí cuando quería volverme rico, los autores dijeron algo muy sensato: ellos argumentaban que la riqueza se mide en tiempo, más que en acumulación de capital. Decían que tu riqueza se puede medir fácilmente, esto es: si hoy te quedaras sin fuentes fijas de ingresos, ¿cuánto tiempo podrías mantener tu estilo de vida actual?, si es tres meses, tienes esa riqueza; mientras que si es de años, esa es tu riqueza.
El objetivo, por supuesto, es generar una red de negocios que te sostenga. Porque incluso el capital, parado, se vuelve pasivo y se pierde. Es decir, construir en varios frentes, variadas máquinas canalizadoras de recursos. Sólo así, si el valor neto de las inversiones alcanza para el resto de nuestra existencia (tomando siempre el estilo de vida desde el que se esté) podremos considerarnos seguros y estar tranquilos económicamente.
Estar tranquilo (o sereno) emocionalmente, socialmente, políticamente, legalmente, intelectualmente, etc, son otros paquetes, no hay que confundir. Y para cada uno de estos últimos debería haber alguna métrica. Próximamente (para volverme rico económicamente) sacaré un libro de superación personal para alguno de esos ámbitos. Aunque sospecho que ya se me adelantaron.
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