2 de septiembre de 2008

Enciclopedia y práctica

Dependiendo del tema del que se quiera aprender, hay varios modos de emprender el estudio. Se puede iniciar con un poco de teoría general, de historia al respecto, y después profundizar en textos especializados, etc. Pero hay escenarios en que se puede empezar a experimentar con los distintos elementos desde muy temprano. Recuerdo que en un video de Lisp, el maestro dijo a su audiencia que en pocas sesiones les enseñaría a programar en ese místico lenguaje, para rematar con que los principios básicos del ajedrez podían enseñarse y entenderse en media hora, de ahí a que quien los asimile se vuelva un jugador magistral es otra cosa.

Esto es, puede haber un estudio enciclopédico y uno práctico. No necesariamente relacionados, pero complementarios. Puedo adquirir conocimiento muy detallado de una especie de insectos africanos que jamás veré (tocaré, experimentaré) si no me desplazo a ese continente. Igualmente puedo aprender como usar un automóvil sin jamás leer un manual, tal vez con tan sólo una sesión instructiva con un experto, y luego de mucha práctica.

Aprender como usar, como jugar, como tocar. Todas prácticas, donde la enciclopedia es un refinamiento prescindible pero enriquecedor. Ahora que he tenido que implementar algunos sistemas, me doy cuenta del plus que representa la enciclopedia, pero en otra práctica diferente de la implementación, la de entender y argumentar.

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