24 de septiembre de 2008

La enorme librería Chayo

Anoche mi musa y yo fuimos con Rodrigo al Centro Cultural Bella Época y estuvimos deambulando por ahí en la enorme librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica. Es curioso que justo en ese espacio tan amplio dedicado a los libros, la obra de Rosario sea tan escasa. Quería encontrar un libro de la excelente filósofa mexicana que presté hace mucho, del cual no recuerdo bien el título aunque sí que me cautivó fuertemente, pero no estaba entre las existencias que desplegó la computadora de la caja.

Por otra parte, encontramos muchos libros de Fernando Savater y uno de Umberto Eco que no teníamos. De Fernando Savater compramos El valor de Educar, Perdonadme ortodoxos, Apóstatas razonables, Ética y ciudadanía, y Las preguntas de la vida (Que ya teníamos pero está prestado y D quería tenerlo en casa para consultarlo). De Umberto Eco y un coautor para mí desconocido llamado Gian Paolo Ceserani, compramos sólo uno titulado El redescubrimiento de América.

Creo que después de Shakespeare leeré más a Savater hasta que me regresen El nombre de la rosa al que le traigo muchas ganas desde hace un par de semanas. Estos libritos nuevos deberían durarme mes y medio, ojalá que para entonces ya tenga en mis manos la genial primer novela de Umberto Eco, para devorarla por enésima vez en búsqueda del segundo libro de la poética de Aristóteles.

Además de comprar libros, también cenamos y bebimos cafeína en el mismo centro cultural, y antes de irnos estuvimos hojeando obras de teatro para ver cuales podríamos poner. Luego caminamos por los camellones de la Condesa y conversamos largo rato compartiendo anécdotas y visiones de la actualidad.

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