Mi musa y yo tuvimos un frenesí ajedrecístico. Desde que antes de navidad compramos un ajedrez grandote de madera, ella tenía sed de victoria y yo le seguía ganando. Y así fue durante un rato hasta que por fin un día, tiró a fondo y metió a su reina en zona peligrosa para hacerme un jaque que sólo podía quitarme sacrificando a mi reina, solamente por la duración de una jugada, porque ya era inevitable mi caida. Fue reservada, me hizo sólo tantita burla, sabe que soy de cuidado y en próximos juegos seré despiadado y aguerrido.
También vimos Planeta Tierra, serie de la BBC de catorce fragmentos de 45 minutos (incluyendo los 3 finales en formato de entrevistas). Los capítulos hablan de los varios macro-hábitats que se encuentran en el planeta, de algunas de las especies que ahí sobreviven, y de cómo el ecosistema es un balance del que todos las especies participan y se benefician. Tiene tomas satelitales, aereas, terrestres y microscópicas estupendas, unos acortamientos temporales grandiosos, pero una narración en off aburridona y una musicalización x. Los últimos tres episodios son para decirnos que nos estamos acabando irreversiblemente la biodiversidad del planeta, lo que no sólo acabará con tan simpáticos animalitos, sino que tendrá consecuencias peligrosas y nunca antes vistas o previstas. ¿Cómo conservar a las especies cuando sus enemigos son el tan aclamado desarrollo y la pobreza de los que habitan cerca de ellas?
Resignémonos, en unos años ya no habrá osos polares ni elefantes ni leones ni ballenas (entre muchísimos otros) fuera de las fantasiosas producciones de hollywood. Buen trabajo humanidad.
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