4 de enero de 2009

Parecon - La introducción (11 de 20)

Así pues, mucha gente sobrentiende, ¿por qué deberíamos emplear nuestras energías y tiempo a las luchas que nos proponen cuando creemos que aún si lográramos el éxito en esos beneficios que ustedes buscan, pasado el tiempo, esos beneficios serían barridos por dinámicas capitalistas reincidentes? Ustedes se la pasan diciéndonos cuan poderoso e invadente es el capitalismo. Les creemos. Si los esfuerzos que ustedes proponen no nos guían a economías totalmente nuevas, estos serán revertidos a la misma vieja podredumbre de siempre. Nuestro tiempo es demasiado valioso para cazar beneficios que serán cancelados posteriormente.

Esta evaluación es impulsada por la creencia reaccionaria de que ''no hay alternativas''. Para enfrentar esta creencia los activistas anti-globalización debemos ofrecer, además de una alternativa con respecto a economía global, también una alternativa acerca de economías domésticas. La gente necesita sentir que el empleo de sus energías al oponerse a la globalización corporativa no será velozmente borrado en el corto plazo, y que al contrario, se lograrán beneficios permanentes. Así pues, ¿qué debería sustituir al capitalismo?

Resumiendo la Economía Participativa

El capitalismo orbita al rededor de la posesión privada de los medios de producción, de la distribución del mercado, y de las divisiones corporativas del trabajo. Remunera la propiedad, el poder, y a un grado limitado, las contribuciones a la producción, resultando de ello inmensas diferencias en prosperidad e ingresos. Las divisiones de clase surgen de las discrepancias en la propiedad privada y las desiguales posibilidades de la gente para acceder a trabajos que los faculten contra trabajos que los subordinen. La división de clases induce enormes diferenciales de influencias al tomar decisiones y en la calidad de vida. Vendedores y Compradores se estafan mutuamente y el pueblo padece de inversiones anti-sociales, individualismo tóxico, y decadencia ecológica.

Para trascender al capitalismo, los activistas anti-globalización con orientaciones pareconistas deberemos ofrecer una visión institucional derivada de los mismos valores que mencionamos anteriormente para dar forma a las miras globales alternativas: igualdad, solidaridad, diversidad, auto-administración, y balance ecológico.

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