14 de febrero de 2009

Tecnopolítica acabada al vuelo

Hace como tres días, Arturo, compañero del trabajo, me regresó El nombre de la rosa, así que apreté el paso con el de Tecnopolítica y lo terminé rápidamente. Rápidamente quiere decir que mucho de lo leido quedó vago en mi memoria, el libro merece una segunda leida por todo lo concerniente a la web: el último capítulo y el epílogo están dedicados a la privacidad (redefinición y defensa), ya que es uno de los temas más problemáticos legislativamente y en la práctica, en relación con el ciberespacio. Habla, entre otras cosas del derecho al anonimato, el derecho a no saber, y plantea los dilemas de manera bastante clara y sensata.

La internet permite a los que participan en ella variadas identidades, desde el anónimo hasta la creación de personalidades ficticias. Los usuarios además pueden adoptar múltiples nombres y actitudes, los puede haber desde benévolos hasta malditos, esta enorme libertad conlleva también sus riesgos, junto con las dificultades para rastrear y castigar a quienes abusan. Rodotà plantea entonces el marco y los alcances de la política y de la regulación gubernamental del ciberespacio desde una óptica italiana situada en 1997.

Finalmente leeré, por décima vez (al menos), la primer novela de Umberto Eco, me entusiasma, le pondré muchísima atención. Creo que subrayaré y anotaré los márgenes, que me detendré largo tiempo en esta lectura e iré comentandola, claro que como fans y no como crítico, en el blog.

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