21 de febrero de 2009

Un museo de museografía

En la expo que mi amada organizó en una prestigiosa universidad de la ciudad, fue a dar una charla nuestra amiga C.V., quien trabaja en el área de investigación del museo de San Carlos. El título de su intervención: Más que un museo. Trató de los distintos aspectos de la museografía, y de cómo tras bambalinas armar una exposición de arte es todo un arte.

Se debe llevar toda una administración, se debe armar un guión, se debe asegurar la autenticidad de las piezas, se deben conocer las consideraciones ambientales y de manejo que mejor las preservan, se deben documentar lo mejor posible las obras, rastrear su historia y cómo llegaron al museo o la colección de que provienen, entre muchos detalles más que no recuerdo. También habló, citando textualmente de un libro que llevaba, de cinco etapas de la museografía: primero los museos eran botines de guerra, luego eran expresión de la personalidad patriotera del momento, después se tomó al artista como sujeto del espacio, en seguida entraron al prestigioso círculo de la cultura los empresarios y arquitectos, y la quinta etapa, tiene al curador como protagonista.

Le decía a mi musa que curare, en italiano, es cuidar, por lo que la traducción literal de curatore es cuidador o protector (pero no vigilante). Cuando una obra literaria que recopila a varios autores fue "a cura di Fulano di Tale", es porque dicha persona estuvo a cargo de la obra y es responsable del resultado final. Cura, además de ser también remedio para la enfermedad y sacerdote, es según el dizionario italiano: grande attenzione posta nel fare qualcosa (gran atención puesta al hacer algo).

Al final de la charla tuve que salir disparado hacia mi trabajo, avisé que llegaría un poco tarde y así fue. En el camino me puse a pensar en lo siguiente: todo el trabajo previo y tras bambalinas que implica una exposición no se nota porque en la narrativa se privilegia al guión y a los objetos expuestos, se podría decir que una exposición bien hecha esconde su entramado. ¿No debería haber entonces un museo dedicado al tema de la museografía?, tal vez vaya a ser la sexta etapa. No me refiero a un museo que deje al descubierto el trabajo que llevó hasta la exposición en cuestión, cosa que opino que sería de mal gusto, sino a una exposición cuyo tema sea "La museografía", y que explique cómo se han venido cumpliendo las funciones que C.V. nos relató en su charla a lo largo de la historia. Que nos lleve desde los diversísimos y curiosos tesoros medievales y cómo se conservaban, hasta los más novedosos lugares de arte moderno.

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