5 de abril de 2009

¿Control o abstinencia?

Dicen que el cigarrillo es tan adictivo como la cocaina, así que dejarlo es una tarea que requiere de un proceso de desintoxicación más o menos severo, junto con apoyo de algún grupo (tipo alcohólicos anónimos) y alguna clase de autoridad de guía. Ese proceso fue llevado a cabo por mi papá hace poco más de quince años (antes de que empezara yo con el vicio) gracias a una institución llamada Fumadorex, de tlanepantla.

Primero le pusieron de tarea que marcara en una hojita cada cigarrillo que se fumaba, luego la razón por la cual estaba fumando cada vez, luego empezaron a poner reglas que disociaban al "vicio" de otras actividades (no puedes fumar antes, durante o después de comer, no mientras lees, no mientras manejas, no mientras conversas, etc) de manera que iba reduciendo la cantidad de cajetillas que consumía poco a poco, hasta una fecha establecida desdel principio del curso en la que dejó, junto con un grupo de unas 20 personas, definitivamente el tabaco para nunca volverlo a tocar (bueno, 3 indivíduos recayeron finalmente).

En mi esfuezo actual por salir de mi adicción no quiero prohibírme el humo ni tenerle miedo, lo que quiero es llegar a un nivel de control que me permita sentirme como que soy yo el que sabe disfrutar de un placer, no que el placer (ya sin serlo tanto) me arrastra hacia él. Así que en este momento llevo ocho días de limitarme a un cigarro al día, un par de horas después de la comida. Mi ideal sería disminuirlo hasta fumar cuando mucho dos veces por semana.

Yo sé que es super dañino meterme como 4000 sustancias tóxicas a los pulmones, entre las cuales la nicotina, oncógena por excelencia (un poco menos que el asbesto). También sé que no existe una dosis tan baja que no represente un riesgo para mi salud. Por otra parte, durante las mañanas debo esforzarme bastante para concentrarme y negarme a caer en la tentación, y durante las noches también. Supongo que se debe a que apenas hace poco lo disminuí hasta esa cantidad, y que ya que mi cuerpo se acostumbre a una dosis moderada no habrá tantas ansias, aunque no lo sé de cierto. Posiblemente deba seguir esforzándome durante años, pero lo prefiero a darme por derrotado y entrar al club de los abstemios que por no haber sabido disciplinar un placer le temen y se alejan definitivamente dél.

No hay comentarios.: