En la oficina cunde el desánimo. Nuestro entrañable compañero Choco dejó de trabajar en la compañía, se fue a otra empresa donde le pagarán más y se dedicará a hacer aplicaciones para la www, lo cual me parece sensatísimo puesto que es algo en lo que tiene gran experiencia, y lo que hacía con nosotros sólo le servía si hubiera permanecido en donde de momento yo sigo trabajando. Previamente a su huida le hicieron una buena oferta económica para que se quedara, probablemente mejor de lo que recibe en donde ahora labora, pero ya le hacía falta un cambio, además de haber entrado a una empresa que por su tamaño creo que será menos susceptible a los vaivenes de la crisis económica en curso.
Por otra parte, existe la impresión en el equipo veterano de desarrollo de que estamos haciendo vaporware, es decir que estamos haciendo algo que nunca verá la luz. ¿Por qué?, pues porque existen demasiadas incógnitas por resolver aún, y porque requeriremos procesar varias veces, y en tiempo real, una cantidad de datos brutal. Esto dará como resultado que quizá logremos hacer que funcione el prototipo, pero los que estamos desarrollandolo sabemos que si se quiere poner la aplicación en producción para volúmenes considerables de usuarios, se necesitará tal cantidad de hardware que no será económicamente viable, o al menos ese es el temor que tenemos.
El uso de los recursos de manera demasiado arriesgada, más el manejo poco cuidadoso, poco ético y poco profesional de clientes que representan buenas ganancias, más el no querer entender que a veces un desarrollo tomará varios meses (y no solamente un par de semanas), más una gerencia que no marca ni desglosa las metas con claridad ni se acerca a supervisar a los empleados, más una dirección bicéfala contradictoria, más nuevas y cada vez mayores restricciones disciplinarias, es lo que nos tiene a los trabajadores temerosos y desanimados, con lo que no me extrañaría que gran parte dellos (¿de nosotros?), y muy probablemente los mejores, sigan el ejemplo del Choco dentro de no mucho tiempo. Podría estar equivocado pero lo dudo. No he sido yo el que se ha dedicado a sembrar el FUD (Fear Uncertainty and Doubt), sino las acciones mismas de quienes dirigen el timón deste barco.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario