Algunas personas muy cercanas me han reprochado que este esfuerzo de publicar mis ejercicios de escriba no es un proyecto, que me quita tiempo que podría estar usando para escribir "en serio", para desarrollar algo "publicable", por ejemplo un libro, con un argumento, con una trama, con un desenlace, con un estilo uniforme; en breve, hacer algo para ganar $dinero$ de esta práctica. Y sí, hasta cierto punto tienen razón. Excepto que yo soy un necio y respondo a esas críticas que no: que puesto que no tengo un Gran Proyecto en puertas no puedo emprender nada aún; que puesto que tengo un empleo con que ganarme de qué comer no necesito corromper mi afición; que puesto que aunque haya muchas ideas semilla en mi mente o incluso resumidas aquí en el blog, ninguna ha incubado o ha crecido lo suficiente para convertirse en una obsesión digna de más tiempo.
Ahora bien, se me ocurren varias ideas para seguir ejercitándome aquí y además aprovechar tales ejercicios con otros fines. Por ejemplo, quiero empezar a escribir cuentos. Podrían salir en la categoría de cómo, o de porqué, de ese modo puedo practicar usar varias voces, como lo hace Julio Cortázar en sus cuentos. Puedo ponerme de regla esconderme detrás de algún personaje e intentar que me salga lo más verosímil que se pueda. El desenlace es lo de menos, incluso podrían ser pasajes joyceados, que capten solamente una escena en un conflicto más grande que tan sólo se perciba allá a lo lejos, ominosamente. Otra idea que se me ocurrió es utilizar las categorías de trabajo, lecturas y vida para escribir algo con mayor continuidad, podría escribir tres capítulos simultáneos de una narración más larga, que se pueda leer según vayan saliendo las partes de a una página por capítulo, o bien, una vez que estén publicados completos, que se pueda leer cada capítulo en uno después del otro.
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