Terminé un volumen de 604 páginas de supuestos diálogos de Sócrates con varios de sus contemporáneos; al final del cual, Sócrates, el día en que debía morir, trata patéticamente de demostrarle a sus seguidores que algo habrá después de la muerte, que si el alma es imperecedera y se fortalece aunque el cuerpo decaiga y se debilite, que si todo cumple ciclos y vuelven a aparecer las cosas, etc. Al final no demuestra nada, como pensador creo que tenía que haber sido rigurosamente pesimista y partir del peor escenario concreto en lugar del mejor sueño guajiro. Es decir, si se supone que no hay absolutamente nada después de la muerte, si el alma desaparece al apagarse el cuerpo, ¿porqué iba Sócrates a enfrentar su fin tan sereno y tan contento? Si hubiera respondido a eso convincentemente yo me hubiera quitado el sombrero y ahora mismo sería su discípulo. Pero no. Por eso me gustan obras como la de La vida eterna del Fernando Savater, en el que argumenta a favor de una incredulidad completa respecto de lo que no existen pruebas.
Una vez que hube terminado de leer esos diálogos (que más bien parecen monólogos asistidos), de los cuales me gustó mucho el 'Symposio o de la Erótica', precisamente porque en una competencia de elogios a Eros los participantes exponen primeramente sus discursos para rematar el debate los cuestionamientos de Sócrates (aunque luego llegue Alcibíades a hacer un elogio del mismísimo Sócrates, en el que este último queda mejor parado que Superman); después de terminar tales diálogos, decía, vi en el librero otro libro también titulado Diálogos, más delgado (456p), en el cual están: La república o de lo justo, Fedro o del amor, Timeo o de la naturaleza, Critias o de la Atlántida y El sofista o del ser. Yo pensé que Platón en este caso sería el interlocutor de sus discípulos, o que trataría de poner en algún tipo de prosa descripciones de los temas, o algo por el estilo. Parece, sin embargo, que sigue poniendo en escena siempre a su supuesto maestro, Sócrates, y Platón mismo nunca sale.
La república me está gustando mucho, definitivamente los interlocutores Trasímaco, Glaucón y Adimante tienen otro nivel, argumentan de modo bastante convincente el porqué es más útil ser injusto, y más difícil y poco gratificante ser justo. Ponen en tales apuros a Sócrates que este último se ve obligado a empezar una argumentación prácticamente desde cero. Me gusta que en este "libro" republicano los expositores antes de soltarse y argumentar todo su discurso pormenorizado empiecen con una enunciatio en la que resumen por donde transitará su divagación. Sócrates mismo tras escucharlos y disponerse a responder hace lo mismo con respecto a la exploración que pretende iniciar para demostrar que no, que es mejor ser justos que injustos.
Empieza hablando de cómo es que nacen los estados, por una carencia, por "no bastarse los hombres a sí mismos y por tener necesidad de muchas cosas"; luego va haciendo crecer a su estado y explica la especialización como un modelo para que una persona sirva mejor a las otras, en lugar de que cada cual coseche su propio campo, se haga su propia comida, ropa, techo, herramientas, etc; y con todo, su estado es pequeño y austero, es bastante espartano por decirlo de algún modo, y sus interlocutores mencionan que quieren más de un estado, quieren lujos, comodidades, artes ("hijas del lujo", Sócrates dixit), medicina, etc. A lo que Sócrates responde que entonces hablan de un estado enfermo, uno que para lograr todo eso tendrá que ir a quitárselo a sus vecinos, y por lo tanto necesitará de hombres de guerra para cuidarlo de los enemigos que nazcan de ese saqueo indispensable para cumplir con los lujosos caprichos de los habitantes de tal estado imaginario.
Empiezan luego a hablar de cómo habrán de educar a aquellos que luego serán sus guerreros, y parece que ahí será indispensable inculcarles valores como la justicia y el honor para que sean como buenos perros guardianes: agresivos para con los enemigos y mansos para con sus dueños. Y ahí voy justo ahora, me parece super interesante. Como decía, otro nivel respecto del volumen de diálogos anterior.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario