Ese animal capaz de sobreponerse al miedo y regresarse a pelear por sus compañeros cuando se daba cuenta de que alguno estaba en peligro, y de guardar de por vida un especial y peligroso rencor hacia las especies cuyos indivíduos habían arrebatado a algún miembro de su familia, esto es: capaces de coordinación y defensa mutua, y de declarar la guerra en nombre de sus caídos a toda una especie, a toda una cadena autopoiética natural.He ahí un buen comienzo para un cuento. O un buen final. Si se tratara del principio por ejemplo, puede seguir un texto con algún tipo de excusa moralista por el acto violento con que acabó el párrafo anterior:
Desde hacía eones las especies surgían y perecían ya sea a) dominando y al poco tiempo agotando los recursos naturales a su disposición, b) luchando internamente por intereses encontrados, o recursos escasos; pero si c) el recurso no era escaso ni agotable, contaminando demasiado sus ambientes y volviéndolos tóxicos para sí mismas, o también d) atacadas desde fuera y/o desde dentro por algún depredador más fuerte y/o numeroso que tuviera un mayor índice de reproducción que la capacidad para defenderse de las especies atacadas; así sucedió con las bacterias originarias, sucede con la propagación de ciertos hongos y virus, ha sucedido variadas veces a lo largo del tiempo, etc. Lo cual supongo que es un mecanismo normal de renovación de la vida misma. Así pues condenar a este simpático animal bípedo por ser la causa de la extinción de alguno que otro millon de especies es injusto, sobre todo porque no es como si su propia supervivencia no hubiera estado también en juego.Al cuento, tal vez habría que llevarlo a algún desenlace simultáneo en el que dicha especie toda ella agotara los recursos disponibles (pasando por una etapa previa de mediana duración en que los recursos fueran escasos y sus comunidades internas lucharan cruelmente entre sí para obtenerlos) y en el proceso destruyera su hábitat, para al final intentar insensatamente pero intensamente invadir otros hábitats, y terminaría con la extinción de la especie en una nave espacial bajo las garras de alguna raza de monstruos superpoderosos (o podridos sus miembros desde dentro por microbios superasesinos y supercontagiosos), irónica creación desa misma trágica especie ahora extinta.Un video terminaría. Frente a un aula con tan sólo cinco atentos niños humanoides la proyección acabaría, y un narrador surgiría de la mesa en un holograma en tresdé y amonestaría a los pupilos: "Nosotros hemos sobrevivido porque fuimos dotados de una conciencia de mayor alcance, vimos y supimos que había que dosificar y compartir los recursos, eliminar las emisiones al máximo, reproducirnos poco, sólo para conservar aquellos rasgos que más nos gustaran, y nos alejamos rápido de nuestro sistema estelar cuyo sol estaba a punto de morir."
Pero si el cuento terminara con ese párrafo, podría ser una historia en que se explicaran por ejemplo los orígenes de dicha especie, algún tipo de presentación sobre algo que podría haber sido grandioso, incluso con orígenes ligeramente denigrados y hasta ridiculizados, pero trabajado de modo que para cuando el primer párrafo deste post rematara el relato, los asistentes fuéran víctimas de ese rapto asombrado y breve como un suspiro propio de los buenos cuentos. Así pues el cuento comenzaría:
Les voy a hablar de una gran especie, de los herederos del universo, de aquellos que colonizaron marte y plutón, de quienes gracias a su espíritu indómito y su gran visión colectiva, se salvaron del destino normal del resto de las especies de la galaxia a pesar de estar formada por especímenes de extrema complejidad, lo cual había hecho en un principio que las apuestas en la confederación intergaláctica la ubicaran erroneamente dentro de la categoría: "prometedora pero con grandes probabilidades de extinción temprana". Afortunado error, porque para el próximo ciclo temporal interplanetario cumplirá un millón y medio de años espaciales de historia registrada respecto a su civilización, y cincuenta mil de gobernarnos exitosamente.
Presten atención, en el principio fue...
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