1 de agosto de 2009

Más desacuerdos analíticos

Otra cosa con la que de plano no estoy de acuerdo con la analista, es que 1.- yo no deba intentar proponer verbalmente cambios de dinámica con mi amada, porque 2.- las personas no cambian cuando uno se los pide, sino cuando se ven obligadas a ello porque la situación que viven en su realidad ya les resulta intolerable y es o cambiar o perecer.

Ahora bien, el primer punto me suena un poco raro, porque si bien un cambio de dinámica implica cierto cambio de comportamiento en ambos, eso no quiere decir que yo quiera cambiar a mi compañera ni por otra persona, ni en cuanto a su forma de percibir y vivir su vida, pues de esa forma de ser suya (con sus contrapuntos) me enamoré. Se trata más bien de los momentos difíciles en que los dos neceamos que yo quisiera que ambos nos percatáramos de que nos dirigimos hacia nuestra autodestrucción y que saliéramos de ese círculo vicioso. Y para eso conversar y dialogar; antes y después de nuestros enfrentamientos me parece bastante sano, y no pierdo la esperanza de que algún día resulte productivo. Tal vez mi error ha sido querer hablarlo durante los altercados, como si tener las pruebas a la mano pudiera ayudar a que las viéramos mejor, cuando a veces un poquito de distancia es mejor para darnos perspectiva.

El segundo punto, según el cual es ingenuo pensar que la gente cambia tras observaciones discursivas, me parece todavía más perturbador, pues si el diálogo, si la indagación y comunicación verbal, si el hablar las cosas no funciona para generar algún cambio, y lo único que funciona es ya tener el agua hasta el cuello, o bien darse de topes contra una pared, o un cambio adverso ya consumado en el entorno, entonces: no hay esperanzas de a) que mi semanal vista a la analista me haga cambiar nada en mí ni que me beneficie en absoluto, pues ahí todo es verbal, b) que ninguna negociación entre personas llegue a buen fin sin elementos suficientes de coherción, c) que se pueda razonar y concluir nada entre semejantes, ni que se puedan organizar acciones conjuntas, etc. Mi creencia es que es cierto, es mucho más fácil que se den cambios cuando existe cierta presión de selección, pero eso no excluye que alguien por ejemplo lea un libro iluminador y cambie concientemente sus hábitos o el rumbo de su vida, o que la perspectiva presentada por alguien convincente y/o elocuente genere la suficiente fuerza/autocrítica/energía para que quienes escuchan o reciben el discurso adquieran un compromiso serio para con ellos mismos y cambien su actitud frente a algunos dilemas de su realidad.

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