14 de septiembre de 2009

Especulaciones guajiras macabras refriteadas

¿Será casualidad que un día después del anuncio del alza de un montón de impuestos, y el mismo día en que jugó la selección nacional buscando su pase al mundial, haya habido una noticia propagada a los cuatro vientos por todos los medios del modo más alarmista y con los más tremendos altavoces desde las dos de la tarde hasta entrada la noche (y un poco el día siguiente) respecto al secuestro de un avión por parte de un pastor "bienintencionado" y lunático?

Si sólo preguntara respecto de la casualidad del juego de la verde un día después del traicionero anuncio impositivo, se me podría responder que la selección ya tenía previamente agendado el encuentro. ¿Cómo conspirar con una agenda? Claro, respondería yo, y precisamente por eso se eligió el día anterior para dar una puñalada en la espalda de la mayoría pobre del país. No pensando en el alza como causante del partido, sino en el partido como un evento aprovechable por los poderosos para alivianar a la plebe tras el madrazo.

¿Y el avión?, ah, pues tal vez se dieron cuenta de que el partido México-Honduras no alcanzaría para acallar las indignadísimas protestas y tenían esa jugada reservada en cancún. Séee claro, el 999 al revés, día de la bestia al revés, una terrible amenaza cirniéndose sobre el buen viejo y grandioso México que necesita estar unido, etc. Cómo no. ¿No le había pasado algo terrible a México desde un día antes? Entonces fue más bien una postmonición la que tuvo el pastor-secuestrador (me recuerda esto al chiste del violador-madreador), y no una premonición.

Aunque curiosamente, que un loco amenazara a una sobrecargo en un avión no me parece improbable. Hubiera estado bueno que de verdad llevara explosivos, o que Calderón se pusiera a dizque negociar heróicamente la liberación de los rehenes, o que le hubieran concedido al supuesto pastor exgatillero la entrevista con puras mujeres, o que hubiera entrado el ejército echando tiros al avión y que hubieran hecho una masacre de un par de decenas de pasajeros. Bueno, digo que hubiera estado bueno porque así sí (¿gana la hente?, duh) se hubiera justificado todo el escandaloso seguimiento noticioso que se le dio al evento.

Lo malo (y bueno) de escribir en diferido es que puedo poner links de verdaderos artistas de la palabra que comentaron respecto deste mismo evento. Por ejemplo el Astillero del jueves 10 de septiembre al respecto estuvo genial, léanlo. Ah, y también el del viernes.

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