En mi primer día de clases universitarias (que era el sexto según el calendario de la facultad) compré todas las lecturas y el material de estudios, e hice contacto con tres de mis cuatro profesores, sólo 3 porque el de la primer materia: Literatura española del siglo XX (de 17 a 18 horas) no se presentó. Con los que establecí contacto fueron el de Lingüística (18-19), la de Metodología de la investigación bibliográfica y redacción (19-20), y el de Literatura hispanoamericana del siglo XX (20-21).
El primero (que en realidad tenía que haber sido el segundo), un simpático doctor super versado en su tema, expuso toda clase de detalles sobre: el signo lingüístico, las distinciones entre lenguaje Vs lengua Vs habla que sirvieron para definir el objeto de estudio de la disciplina, los elementos sintagmáticos y paradigmáticos, etc. Finalmente dejó como tarea que resolviéramos la unidad uno de la guía de estudios para entregarla dos semanas después. Al final me acerqué y me dijo que él requería solamente tres cosas: asistencia, trabájos, y exámenes puntuales.
La segunda (que de haber ido todos los profes hubiera sido la tercera), experta en detalles bibliográficos quisquillosos y compiladora de las guías de estudio para su materia, llegó, sacó de su bolso un fajo de hojas impresas, y aplicó el primer examen parcial. Yo iba en blanco, no había estudiado nada aún, y frente a tan tremenda prueba decidí quedarme y ver cómo me iba. Contesté todo lo que pude como pude y al terminar me acerqué a pedir que me aceptara de oyente y me dijera qué tenía que hacer para que así fuera: escribió en mi libreta una dirección de correo electrónico y me pidió que por ese medio le explicara mi situación.
El último (que de cualquier modo hubiera sido el último) resutó ser un histrión ultra erudito que interrogó y puso en evidencia a los demás alumnos respecto de novelas que habían leído entre el lunes de la semana anterior y ese día. Al final de la sesión dejó de tarea que leyéramos Rayuela para la siguiente semana. Cuando me acerqué a pedir ser aceptado en su grupo sólo me dijo un par de reglas básicas: leer el material seleccionado en la clase de entre los que aparecen en la guía de estudios, y hacer trabajos de máximo siete cuartillas al respecto.
Durante la semana estuve ocupadón e hice poco. Nada de lingüística, un mail donde le explicaba mi situación a la profesora de Metodología de la investigación, y un resumen más de Rayuela que publicaré aquí próximamente como continuación de la serie Todo sobre rayuela.
Mi segundo día de clases, una semana después del primero, el pasado lunes 21, conocí por fin al de Letras españolas, elocuente tío conoceor a la perfección de la historia literaria de la Real península hibérica. No dejó tarea, pero al final me dio su mail y su blog (que aún debo visitar) para irnos poniendo deacuerdo en cuanto a lo que debo hacer para pasar su materia. En lingüística terminamos la unidad dos y empezamos la tres: hay que entregar las actividades de aprendizaje de la primera unidad el próximo lunes y de la segunda una semana después. Para mi sorpresa en la tercera clase entregaron los exámenes y saqué 8.7 (en una escala del 1 al 10), yo esperaba como la mitad o menos, así que me puse muy contento y puse mucha atención a la exposición del tema del día, además de integrarme a un equipo de estudiantes para hacer un trabajo. En la última hora discutimos Rayuela, me di de topes imaginarios por no haber llevado mi copia porque el maestro designó a algunos que sí llevaban la suya para que leyeran pasajes dese amado libro, y por no haberla metido a mi mochila en la mañana a mí no me tocó leer. Sobra decir que los que sí leyeron lo hicieron horrendamente. Al final entregué mi trabajo y de entrada recibí una crítica devastadora: "no tiene aparato crítico", me dijo el maestro, aunque de cualquier modo me lo recibió. En fin, se lo dejé y a ver qué sucede el próximo lunes. Mientras tanto el positivo resultado del examen me pareció suficientemente de buen augurio como para echarle muchas ganas esta semana.
23 de septiembre de 2009
Reincorporación de buen augurio
Etiquetas: reflexiones - Publicó persona.vitrea a las 09:00
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