Leyendo a Benveniste para la universidad. Recordé fulgurantemente que la primera vez que quise aprender alemán; o bueno, no que quise, sino que me obligaron a ir clases de alemán, todo iba bien en mi lento y paulatino aprendizaje desa lengua con sonidos ríspidos y guturales hasta que quedé bloqueado, incapaz de ir más allá por el resto del curso, debido a la cuestión de los artículos. El alemán hace uso de 3 atrículos en singular, cada cual con su particular índice de sexo. Masculino: Der; femenino: Die; y neutro: Das. Es decir, en ese tiempo ya sabía que --(pero en realidad 'sabía que' es un decir porque en aquella época sólo 'sabía usar')-- el español, italiano y francés sólo usan dos tipos de índice sexual: la, invariablemente para femenino, y el, il, y le para masculino.
En ese entonces todavía no sabía que en inglés sólo se usa uno, the. Ni sabía tampoco que el sexo viene (o no viene) del término mismo al que se alude con el artículo. Quiero decir, si no está ya la oposición hecha con dos palabras diferentes entre ellas (e.g. the man Vs the woman) o si dicha oposición es políticamente incorrecta (e.g. the dog Vs the bitch), entonces se puede decir, pero sólo si de verdad se quiere referir uno al sexo: the 'she dog' Vs the dog. En español, italiano y francés también hay términos que en sí mismos se oponen sexualmente: el hombre - la mujer, il uomo - la donna, l'homme - la femme, etc; pero además con el artículo se refuerza dicha distinción sexuada: se dice 'el hombre' (el+m hombre+m) mientras que 'la hombre' o 'el mujer' son enunciados incorrectos o describen algo atípico o se usan en sentido poeticón-figuradonsón-burlón.
En la clase de alemán, ignorando (aunque supiese usarlo) aún lo descrito el párrafo anterior, yo trazaba una especie de eje mental sexuado (Der perr-o --- Das perr-¿? --- Die perr-a), o me preguntaba qué podría estar en medio del eje hombre <-> mujer, entre conejo y coneja, o entre gato y gata. La maestra (se llamaba Úrsula), según recuerdo sabía hablar muy bien el alemán porque era nativa, pero no supo enseñármelo, no me supo explicar el porqué del neutro, y sólo dijo que así era y punto. Mientras leía a Benveniste pues, recordé y condensé todo lo anterior y se me ocurrió porqué y donde (aunque fuese arbitrario) podía usarse el neutro. No en cuanto a algo que ahora ya sepa de cierto y pueda trasmitir sin fallos. Tampoco en cuanto a una explicación que, aunque fuera inexacta, podría rellenar el hueco conceptual del artículo neutro a quienes estén aprendiendo el alemán y así quizá hasta facilitarles la tarea. Solamente en cuanto a recordatorio y reflexión personal, crítica piadosa a mi lengua materna.
La asignación de sexo en español, a menos que se trate de animales sexuados, también es arbitraria. Y sí, en castellano 'la puert-a' termina con la letra 'a' y por concordancia se indica a su vez con el artículo 'la'. Así, tanto su terminación como su artículo marcan al término como femenino, pero la raíz puert- también puede usarse para nombrar 'el puert-o', que está en un campo semántico totalmente distinto de 'la puerta': hoyo en una pared de proporciones humanas Vs 'el puerto': instalación marítima desproporcionada. Claro, se puede alegar que hay una relación evidente en las funciones que desempeñan, las cuales tienen que ver con permitir u obstaculizar el paso: de una o varias personas entre un espacio y otro en el caso de una puerta; y de mercancías desdel mar a un territorio en el caso del puerto; pero no se puede decir de ninguna manera que 'el puerto' sea como una puerta en macho, ni que 'la puerta' sea como un puerto en hembra. Peor aún, en español la mayoría de las palabras son femeninas y/o masculinas sin que haya ningún eje del tipo gallo - gallina, tan sólo porque así lo necesita esta lengua, porque no se contempla que algo pueda no necesitar sexo, que algo pueda no tener una contraparte masculina o femenina. Porque sexuar en español es o-bli-ga-to-rio. Además, en español muchas veces ni siquiera hay relación entre el artículo y el final de la palabra, por lo que la palabra 'final' puede ser ser masculina sin terminar en 'o', y 'televisión' es un término femenino sin terminar en 'a'. Muchas palabras del español mexicano contemporáneo se filtran desde el inglés, como: closet, skate-board, iPod, ring, así como desde muchas otras lenguas latinas, palabras que no terminan en 'a' u 'o', y que no están en ningún eje hembra-macho, de todos modos se les acaba asignando sexo por medio de uno de los dos artículos. Y para acabarla de amolar hay palabras para las que se pueden usar ambos artículos, como por ejemplo 'mar' ('la mar' y 'el mar'), y esta asignación no deja de añadir cierto carácter al sustantivo neutro (por su terminación) mar.
El inglés no es una lengua pobre, la mayor parte nada menos que de internet está en inglés, la mayor parte de la investigación y divulgación científica y la mayor parte de la música moderna y del cine están en inglés. El inglés tiene a grandes narradores y poetas, quizá también sea la mayor parte dellos. Y todo eso sin que tuvieran que asignar una concordancia sexual al artículo. En inglés el único artículo que hay es neutro. El sexo no es uno de los marcadores incluidos en el artículo. Esto quiere decir que en inglés, al menos desde el artículo, la información del sexo es irrelevante, esta debe codificarse en otro lugar gramatical siempre y cuando sea algo relevante desde el punto de vista del que escribe el texto (o expresa verbalmente una idea u oración en inglés). Es simple, en inglés el artículo es solamente un índice, una especie de flechita hacia el término que le sigue, y nada más. Hace uso de la linearidad temporal de la enunciación, y es neutro. Ahora bien, como es el único, y en lugar de disectar unifica, y por ser el único ni siquiera se menciona su neutralidad, cuando lo aprendí no me ocasionó conflictos or whatsoever.
En alemán seguramente también hay un montón de cosas que cuestionar d'entre las palabras sexuadas, debe haber toda clase de traslapes inexplicables respecto a porqué tal o cual palabra entra dentro de la categoría neutra y tal o cual otra en la de lo masculino o la de lo femenino, pero el alemán no tiene la supuesta concordancia al final de la palabra, así que desde ese punto de vista la elección sexual es arbitraria y se debe aprender de memoria (igual que en gran parte de las palabras españolas). En principio, a pesar del uso que finalmente se le de (o se le haya dado) al teutón, imagino que algunos sabios alemanes del pasado, los creadores de su lengua, estaban tratando de encuadrar en macho o hembra todos los términos de su vocabulario y se dieron cuenta de los huecos y los errores a los que eso los llevaría (como los del español actual) y entonces trataron de solucionar ese aspecto inventando y sumando a su nomenclatura el artículo neutro. Que como solución no haya sido tan óptima como la del artículo único del inglés (o del árabe), es una conclusión que depende en gran medida de en donde se funde la supuesta optimización; tengo entendido que el ruso ni artículos usa, en él las declinaciones y finales de las palabras indican todas las relaciones internas de la oración así como los marcadores de sexo y número. Como sea, el hecho de que se puedan usar tres tipos de artículo es algo poéticamente fecundísimo. Imaginemos que es más o menos como cuando ponía 'la hombre', pero con un nivel más de complejidad.
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