3 de octubre de 2009

Horribles ideas carnívoras 5

Resumo del post anterior: 1. Pueden existir otros métodos y modos para producir alimentos cárnicos, pero 2. la razón por la que no se implementan es porque en un mercado se prioriza el lucro por encima de todo lo demás.

Continúo con otro punto. Ser religioso es tomar unas premisas como: "Dios creo al mundo en siete días", "la serpiente le habló a Eva", "Jeová llamó a Moises al monte Sinaí para darle las tablas de la alianza", "Cristo fue hijo de Dios y de una virgen", "Alá le dictó el texto a Mahoma", "Los animales deben tener derechos iguales a los hombres", "Toda vida animal es igualmente sagrada que la tuya", "Todo sufrimiento provocado es tortura", "El consumo de carne (condones, licor, programas televisivos, etc) es La causa de que el mundo esté como está", etc, y volverlas máximas sagradas y por lo tanto incuestionables, como parte integral de nuestro bagaje ideológico.

Ser religioso es además creer que esas máximas son La verdad, y tener razonamientos finísimos sobre esas bases imperfectas, como el de la santísima trinidad o como la filioque; o también como las modalidades e interpretaciones normativas que se dan a la Torah o al Corán, etc. Quienes son religiosos además creen que aquellos que cuestionan esas máximas en que se fundan sus esperanzas y su actuar cotidiano, son enemigos a los que mínimo hay que desacreditar, normalmente se los puede atacar personalmente en varios niveles, y finalmente (máximo) a los que hay que condenar y eliminar. Eso en lugar de sopesar lo que dicen tales detractores y agradecer que brinden argumentos que evaluar, con los cuales es posible mejorar los propios, si es que fueran perfectibles y no religiosoides.

Hacer conciencia es muy diferente de pregonar creencias ideológicas y promover uno o varios boicots y juzgar a las personas por su participación o falta de, en dichos boicots. Tiene más que ver con reflexionar e ir actuando en algunos ámbitos propios e individuales de conveniencia y crecimiento personales que con convencer a los demás de una terrible o bella verdad que resulte en una acción emocional. Lo último es parecido a los que pegaban carteles en el París de los años 50 contra la ocupación francesa en Argelia, una acción placebo: satisfacción por el deber cumplido casi sin peligro para uno mismo y sin lograr nada concreto en la realidad. Finalmente si Francia se salió de su colonia fue por conveniencia y por otro tipo de luchadores que sí arriesgaban el pellejo.

El discurso del vegetarianismo que mis amigos pregonan es ideológico, porque no hay opción para la moderación ni puede haber gradaciones. Si uno se come un trozo de carne de cuando en cuando es un nazi igual que si desayunara, almorzara, comiera, acompañara el té vespertino, y cenara exclusivamente con carne. Desde esa óptica moralista monocromática fumar un cigarrillo al día es tan malo como dos paquetes, tomar una copa de vino a la semana es igual que ponerse hasta el cucurucho diariamente, etc. De un lado están los buenos, los santos, los concientes, los que contribuyen (claro, todo desde una visión única), y del otro lado están los impíos, los herejes, los bárbaros...

7 comentarios:

óscar dijo...

Equiparar el no-comer-carne a tener ideas religiosas es una pendejada, así de entrada. Te falta leer más sobre religión. Pero sobre todo, te faltra pensar mejor las cosas. Conociéndote, tu orgullo te lo impedirá.

Yo no soy religioso, soy filósofo. Y francamente no veo por dónde mis razones para no comer carne se traslapan con prácticas religiosas. No practico ninguna liturgia, no pertenezco a ninguna congregación que la practique. No creo en un libro sagrado cuya verdad es incuestionable.

Porque si el solo hecho de sostener que una idea es verdadera te hace religioso, tú también serías religioso. Por ejemplo, ahora mismo sostienes que el ser vegetariano es religioso, y crees que has descubierto una verdad, y la pregonas. ¿Eso te hace religioso? Fíjate en toda tu línea de argumentación: los elementos que describes como aquello que te hacer "ser religioso" aplican a tus ideas y acciones.

Vamos, haz el ejercicio mental. Tú eres religiosamente anti vegetariano, pro-indiferencia, pro-cinismo, en pro de delegar las culpas en "el mercado".

Por lo menos mi "religión" no causa ese sufrimiento adicional e innecesario.

persona.vitrea dijo...

No equiparo el no-comer-carne con una religión. Sino a los motivos supuestamente humanistas para no hacerlo, que sirven para intentar convencer a otros de los inmensos beneficios que les traerá a todos, animales incluídos.

Yo no soy antivegetariano, me gusta comer sólo vegetales y derivados de vegetales muchos días de la semana. Mi compañera y yo comemos ensalada en las noches, y ya le pedimos a su cuñada, quien nos prepara de comer, que sólo nos sirva carne una vez a la semana porque solía hacerlo a diario. Los vegetales son ricos y nutritivos. No estoy en contra de que tú no comas ni un bocado de carne, sino en pro de que yo (o cualquiera) pueda elegir si quiero comer carne o no, es decir, estoy en contra de establecer una parte de la gastronomía como una norma moral.

No soy indiferente al sufrimiento. Yo también sufro tanto dolores como ofensas, así que procuro no causarlos a mis semejantes. Y sería mejor no ocasionarlo a los animales.

No soy cínico, excepto desde tu perspectiva moralista, yo no buscaría lastimarte herirte o matarte, aunque creyera que eres el más ruin de los hombres, aunque fueras "El jefe Diego". Mi postura es consecuente con mis actos e ideas, que no suelen ser malvados o innobles.

No quiero delegar las culpas en el mercado. Cuando hago algo malo y me siento culpable trato de enmendarlo. La responsabilidad de mis acciones me queda clara. El mercado no tiene culpas porque es un mecanismo, una institución. Como tal tiene una lógica de operación. Esa lógica es a la que apelo cuando trato de explicar "porqué" suceden las cosas como suceden (no quién o qué tiene la culpa).

En un momento dado te invité a leer Parecon, pero tu "indiferencia", y tu "cinismo" (creo que me dijiste que era una especie de utopía imposible de implementar, pero no recuerdo bien tus palabras) me hicieron ver que no debía insistirte. Ahora que quieres delegar las culpas de los males del mundo en los omnívoros, supongo que será tiempo de volverte a insistir.

óscar dijo...

Mis motivos son totalmente, y no "supuestamente" humanistas. Los "animales" no pueden ni de lejos tener mis razones para no comer carne.

No veo la relación entre premisas como "la serpiente le habló a Eva" y "Toda vida animal es igualmente sagrada que la tuya"; entre "Jeová llamó a Moises al monte Sinaí para darle las tablas de la alianza" y "Todo sufrimiento provocado es tortura". Poner esas frases juntas es una locura. Equiparar ideas humanistas de compasión con los malviajes bíblicos es darte un balazo retórico en la pata.

Yo también puedo poner TUS frases en el contexto más desquiciado y hacerte ver como religioso.

óscar dijo...

No equipares el leer o dejar de leer un libro con la opción de causar menor sufrimiento físico en otras especies. Porque ps, jelou.

persona.vitrea dijo...

Si toda vida animal fuera tan sagrada como la tuya, no establecerías prioridades para tu defensa, y como los budistas, te dejarías comer vivo por gusanos o insectos, porque "ellos también tienen derecho a vivir". En ese caso, incluso sin posibilidades de huir, incluso teniendo a la mano una lanza de tres metros de largo, no sólo no te defenderías si fueras atacado por un enorme perro agresivo, sino que tampoco defenderías a tu prole o amigos, porque todos somos igualmente sagrados y la vida (con sus impulsos) del perro tienen igual jerarquía que los tuyos.

Así pues, no creo en ese tipo de enunciado, ni en sus últimas consecuencias. Y por eso lo puse junto con los otros que tampoco se me hacen válidos. Ahora que si esa oración fuera de uso metafórico, para decir que los demás animales también son importantes, es mucho más aceptable.

Respecto de que si todo sufrimiento provocado es tortura, es posible que así sea, pero entonces ya veo a los convalecientes tras cirugías o a los que salen de un dentista yendo todos a Derechos humanos a denunciar a su cirujano o a su dentista. O el sufrimiento por negligencia o accidente, como cuando alguien le derrama café hirviendo en el pantalón a otro, el dolor fue ocasionado aunque no haya habido intención. O el sufrimiento provocado por el encierro "por el bien" de alguien o de algún animal. Etc.

Equiparar dogmas que se quisieran absolutos con otros dogmas igualmente absolutistas no me parece tan bobo. Pero en fin, en realidad no me interesa que mi razón se imponga. Si crees que esas oraciones son válidas ps tá bueno.

óscar dijo...

Que considere sagrada la vida en general en ningún momento implica que yo valore menos mi vida, o que no te defendiera a ti de un perro furioso y agresivo, ps qué pasó. Así que como ves no promuevo dogmas absolutos. Es más: déjame ayudarte en tu argumento.

En las noches me han estado jodiendo moscos que se han estado metiendo porque no he instalado un mosquitero. Cuando los sorprendo, los mato, sin más. Cuando veo una cucaracha no le tengo ni respeto ni misericordia. Por otro lado, un ratón es ya distinto; cuando vivía con abi atrapamos a varios en una trampa de jaula, pero los iba a soltar a un campo alejado por lo menos trescientos metros de las casas más cercanas, suponiendo, quizá erróneamente, que no llegarían a ellas.

Bebo leche y como quesos, que están producidos por esa misma industria cárnica fascista. Argüiblemente el capitalismo tiende al fascismo: tiende al monopolio, y al dominio, y, como dice Chomsky, el análogo político de la estructura de casi cualquier empresa es un estado totalitario. Tons yo también colaboro con nuestro nazismo. Pal' caso trabajo y cobro en una empresa de medios masivos de comunicación electrónicos, y cualquiera que haya leído un poco sabe qué implicaciones tiene eso para alguien cuyo corazón late del lado izquierdo.

Colaboro de muchos modos con muchas malas cosas del sistema. En algunas ocasiones manejo la camioneta de mi jefe, que aunque es de cuatro cilindros, no deja de ser un vehículo que consume combustibles fósiles no renovables más de la cuenta. Y todos sabemos que la primera gran guerra de este siglo, en curso, es precisamente por petróleo.

Compro en supermercados cuyos dueños juegan con millones o cientos de millones en casinos híper-exclusivos; y cuando les va mal, todos pagamos sus errores. Empleo servicios bancarios de corporaciones trasnacionales que realizan proezas de corrupción como no se han visto en la historia. Es también sabido que la mayoría de los bancos parásitos en México son prácticamente las paraestatales más onerosas al erario.

También suelo tomar buenos vinos que vienen de Chile, Argentina, España y Francia, cerveza de Inglaterra, quesos de Francia, y compro también muchos otros productos chinos, cuya transportación implica un derroche de recursos naturales abrumador, y un apoyo directo a muchas de esas corporaciones corruptas, de las que sí hablan con su legislador.

También empleo con entusiasmo servicios de telecomunicaciones que pertenecen a empresarios de derecha, con quienes difícilmente tendría una conversación como las que tengo contigo.

En resumidas cuentas:
a) No produzco uno solo de los alimentos que consumo.
b) No capto una gota del agua que consumo, ni me ocupo de su tratamiento.
c) No produzco la electricidad que consumo.
d) No reciclo mis desechos, le doy la basura al camión, y me olvido del problema. (Tengo ocasión de recordarlo siempre que voy a Texcoco y paso por el bordo.)

Tons, en resumidas cuentas, soy un hipócrita. Pero. Pero.

óscar dijo...

¿Qué se supone que tengo que hacer? ¿Cómo revertir todos esos males, hablando con mi parásitolegislador, escribiéndole misivas urgentes? Probablemente no sea mala idea. No tengo la respuesta. Sabes muy bien la clase de vida que me gustaría llevar, pero aún no me he decidido a tomar ciertos pasos para llegar ahí.

Pero hay cosas pequeñas que sí puedo hacer, cómo chingados no.

Hace varias semanas calculé que en diez meses podía reunir suficiente dinero como para comprarme un automóvil. Lo consideré con seriedad. Luego me mostraste la foto del ártico sin hielo. Ese día, decidí que no adquiriría un carro. Si necesito realmente mover cosas, puedo pedirle el coche a mi jefe, que lo usa relativamente poco.

Hace tres años dejé de comer mamíferos y aves. Hace un par de semanas decidí también dejar definitivamente alimentos de origen acuático. Creo que tan solo con esas acciones tan sencillas, voto a favor, y mi voto es un gran voto.

También dejé la regadera. Me baño con una cubeta de agua a jicarazos, y sabe dios cuánta agua ahorro en el proceso. También procuro tener las menos luces encendidas, en cualquier momento.

Dejar de comer carne y procurar usar transporte público, o usar una bici, son dos acciones muy sencillas, que además impactan positivamente tu salud.

Pero el tema es la industria cárnica. No me extenderé en el tema. Mejor tú mismo documéntate (wikipedia):

Livestock's Long Shadow

Ahora. Cuando te encuentras información así, ya sabes lo que debes hacer. Claro que puedes no hacerlo, y se te pueden ocurrir cualquier cantidad de recursos sicológicos para no hacerlo. Pero es una decisión muy sencilla. Es: sí o no. Yo dejé paulatinamente la carne, y, como ya mencioné, aún le compro a esa industria, y aún empleo otras industrias bien perjudiciales para la humanidad. Pero ya voté en eso, y mi voto es NO. Ya hice una diferencia, por mínima. El tener esta discusión es también mi manera de contribuir en algo positivo.

En realidad, si vives consumes recursos, y tienes forzosamente un impacto ambiental más o menos negativo. Por eso tomar decisiones sencillas de alto impacto es importante.

De veras lee ese artículo, es un resumen mínimo. Yo lo busqué hoy mismo para contestarte. Hay links al reporte original, que leeré porque tiene información crucial.

Y en cuanto a que si religioso y no sé qué otras insensateces, piensa bien las cosas. Hay gente que "religiosamente" va a echarse una caca todas las mañanas, y eso no implica pertenecer a una iglesia de cagadores mañaneros. Hay quienes piensan que dios es un hombre de carne y hueso que vive en no sé qué planeta y que se cogió a maría; estos sí son religiosos. Pero tomar decisiones importantes de carácter ambiental, considerando el bien conocido deterioro de nuestro planeta, un fenómeno tristemente fácil de comprobar, eso no es religión. Eso es responsabilidad.