13 de marzo de 2010

Hate speech, ¿tan serio es?

Hace unos pocos días, Óscar escribió en el wall de su facebook un comentario en que se burla de la pretensión de los practicantes del judaísmo de ser el pueblo elegido, y pregunta donde venden los "sombreritos" que usan los adeptos de esa religión para comprarse uno e irse a pasear con el "gorrito" puesto a Polanco y ver como reaccionan los seguidores de Moisés.

Con su broma provocó la protesta de Raúl, un amigo de la prepa que se fue a estudiar filosofía a Yale y ahora es hasta profesor/investigador desa materia en esa misma universidad. Protestó porque según dijo, era una broma peligrosa e ignorante, pues metía en la casilla de Zionistas fanáticos incluso a los judíos ateos.

Entonces empezó una polémica que duró treinta y tantos posts en la que participé y me divertí mucho. Me pareció que aún cuando puedan ser válidos varios de los puntos expresados por Raúl, en muchos otros está equivocado. e.g. en cierto momento culpa al "hate speech" de provocar suicidios, e incluso mandó ligas de respaldo.

Pues bien, podría ser que sí, que una persona al sentirse ultra-rebajada tras un comentario de odio hacia el grupo del que forma parte, se quite la vida. Tristísimo, pero no se puede responsabilizar al emisor del mensaje del mismo modo que si le hubiera puesto un balazo en la cabeza al suicida. Es más, estoy dispuesto a conceder hasta un 5% de responsabilidad al que ofende al idiota que en represalia se suicida, y ya estoy siendo generoso.

¿Por què? Pues porque el que se suicida de entrada debe estar enfermo, en una etapa maniaco-depresiva, en una sociedad que lo rechaza, tal vez con una situación económica terrible y un estrés insoportable, sintiéndose desesperado e incomprendido largo tiempo antes de librarnos de su débil persona, entre otras decenas o centenas de factores. Si en esa circunstancia recibe una agresión verbal sí, probablemente se suicide (pero también podría decidir matar al que lo agredió).

Definitivamente no creo que se pueda hablar de que una persona sana, en sus cinco, alegre y contenta con su vida, serena, esperanzada, sin presiones excesivas, con un círculo de amigos y de apoyo, una novia o un novio, económicamente eficiente, de la noche a la mañana decida suicidarse porque le dijeron "pinche puto" o "maldito negro".

3 comentarios:

choco Nocturno dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
choco Nocturno dijo...

O, qué tal, "pinche Italiano fascista"

persona.vitrea dijo...

Arghs, creo que me voy a suicidar