24 de marzo de 2010

Víctimas de sus videntes

He estado viendo algunos videos de Richard Dawkins en You Tube. Richard Dawkins es un doctor británico en biología evolutiva y un ferreo crítico del creacionismo. Todos los videos que he visto dél hasta ahora me han parecido interesantísimos y sensatísimos (canal de youtube de RD).

Hay una entrevista buenísima con un hipnotista en la que discuten respecto de lo fraudulento de los psíquicos, los lectores del tarot o de las manos, los astrólogos, etc. No que todos, de entre dichos "adivinadores" sean concientes del engaño que perpetran. Es más, hay algunos que de verdad creen que están practicando una ciencia que la academia todavía no reconoce por cerrazón y falta de visión (Como en el caso de mi papá que estudia y enseña astrología) pero que con el tiempo será reivindicada. Sin embargo la mayoría son perfectamente sabedores del fraude que cometen, pero también saben que están parados en una mina de oro (la credulidad de las personas) y puesto que ignoran como ganarse la vida de otro modo se ponen a explotar ese fructífero nicho.

Claro, se dan casos de psíquicos o astrólogos o lectores del tarot o de las manos muy pero muy sensibles a su entorno que tras conocer a su "cliente" pueden predecir algunos acontecimientos con cierto grado de precisión: ¿15%?, ¿25%? Y si el que los consulta de verdad quiere creer, ese porcentaje podría ser del 5% y sin embargo parecer abrumador. No importan los detalles, si dicen que pasará algo genérico (una muerte en la familia, un accidente, un golpe de suerte) y le atinan, ya conquistaron a un promotor gratuito.

Otra cosa de la que hablan tales charlatanes es del pasado: "aquí está la presencia de alguien llamado Aldo o Alfredo o Alfonso, algo con Al, y está preguntando por ti", le dirán al ingenuo y dejarán que este último provea más datos: "Sí, pudiera ser mi tío Alberto, o mi padrastro Alejandro, o mi padrino Alí, etc" responderá a su vez la víctima; "Pues está aquí preguntando que si recibiste su mensaje de antes de morir", mentirá nuevamente el oportunista y dejará que el crédulo provea más datos.

También puede ser que los presuntos videntes pregunten por algún accidente o enfermedad o abuso serios o medianos durante un periodo suficientemente largo como la infancia, o la pubertad, de modo que sea improbable que no le haya sucedido nada a la presa de nuestro adivinador. Y puede que hasta tengan ojo clínico y vean a sus víctimas pálidas o atermorizadas o sorprendidas y sepan que van por buen camino.

Ahora bien, si llegas con actitud escéptica frente a estos embaucadores, no sólo te puedes dar cuenta del truco barato que quieren aplicarte, sino que muy probablemente el presunto psíquico te corra por estar bloqueando las energías o tener algún demonio o algo terrible que impide la conexión con el más allá y que de paso te deje atemorizado.

De modo que veo aparecer en escena a dos tipos de persona, los que engañan y los engañados. Pero me doy cuenta también de que los engañados van a buscar a sus propios verdugos: llegan pidiendo a todas voces que por favor se los jodan, en cuyo caso los "videntes" en realidad les proveen de un servicio, que es otorgado a veces hasta de buena fe. Así que ¿quién es más culpable, el imbécil o el oportunista? Yo no me decido.

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