Loana hace espectacularmente bien lo que deben hacer todos los bebés, engordar y crecer y aprender a usar sus extremidades. Ahora ya se rueda sobre su costado hasta quedar casi bocabajo; sube sus piernitas y con el peso destas gira su torso hacia un lado. El problema es que se atora con el brazo que le queda abajo y no sabe impulsarse más para quedar sobre su panza. Por otro lado, si la ponemos bocabajo no sabe regresar a la posición de espaldas, supongo que sus bracitos todavía están muy débiles o que aún no sabe usarlos para empujarse. Además deso, si la levanto de las axilas y pongo sus piecitos sobre una superficie, estira las piernitas y se sostiene por algunos segundos de pie (ayudada, por supuesto, no es cosa de que azote).
Vocaliza cada vez más, con más sonidos, más fuerte, confiriéndole tonos a sus vocalizaciones que nos hacen entender a su mamá y a mí lo que le pasa y/o lo que necesita. Claro, a veces hacemos hipótesis descabelladas y resulta que no, que no es lo que pensábamos; pero en la mayoría de los casos, ante los gestos y sonidos de Loana mi musa y yo nos miramos, alguno de los dos dice lo que cree que nuestra beba tiene, y el otro confirma: "estaba pensando justo en eso", y la revisamos o le damos su biberón o la cambiamos de posición o de ropa, y acertamos (o bueno, leemos la tranquilización como una señal de nuestra hija de que acertamos).
El sábado compramos una licuadora para hacer las papillas de verduritas con pollo, antes de llegar a los seis meses, Loana ya se está comiendo al medio día un licuado de calabaza-chayote-zanahoria-y/o-papa con caldito de pollo. Claro, además de sus papillas de fruta en la mañana y la tarde. Cada vez incrementamos el menú según instrucciones del pediatra, que me parece bastante bueno y experimentado.
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