9 de abril de 2010

Nuestra irredimible especie

Ayer supe de un caso espeluznante. En julio de 2007, Reuters perdió a un reportero y a su chofer en Irak debido a fuego norteamericano. La dirección de la agencia de noticias de origen alemán pidió la información correspondiente, utilizaron todos los recursos legales para obtener más datos, porque querían saber qué le había pasado a sus empleados, sin respuesta satisfactoria. Los gringos respondieron que los pilotos de los helicópteros que habían matado a los periodistas habían respondido a fuego enemigo y habían actuado apropiadamente según sus reglas de enfrentamiento (ROE - Rules of engagement).

Acaba de salir un video en wikileaks, un sitio que publica toda la información que se filtra de los centros estadounidenses de poder, en el cual desde el helicóptero se graba la acción en que murieron los reporteros. No sólo se nota que el equipo que llevaban los empleados de Reuters era fotográfico (y no armas), sino que nadie de entre los del grupito que los escoltaba disparó un sólo tiro hacia los gringos. Por si eso fuera poco, en la grabación se ve que una camioneta negra se detiene para intentar ayudar a los que quedaron heridos después de las primeras ráfagas gringas; los helicópteros también la desbaratan a tiros. Pero eso no es todo, el chofer de la camioneta que se detuvo a ayudar llevaba en ella a la escuela a sus hijos, los cuales fueron gravemente heridos en la acción... Por supuesto el papá también fue asesinado en el "incidente".

Ver ese tipo de grabaciones me hace sentir un coraje tremendo contra los que inician guerras y contra los que las ejecutan y contra los que las apoyan y contra los que las permiten y toleran. Leí algunos comentarios de gringos pro-guerra que me dieron un asco infinito, eran del tipo: "pues quién manda a esos terroristas a llevar niños a la acción"; o bien: "el ejército está ahí para acabar con los insurgentes, ¿por qué regañarlos por hacer su trabajo?"; o también: "esas ratas merecen muertes más lentas".

Yo solía creer que a pesar de todas las barbaries que la humanidad ha perpetrado contra las otras especies y contra sí misma, el arte, la cultura y la filosofía, de algún modo redimían al homo-sapiens-sapiens. Ahora dudo profundamente de esa creencia, si hubiera un Dios y llamara a cuentas hoy mismo a nuestra especie, incluso poniendo a Mozart y Michel Angelo, hasta con los mejores jazzistas y escritores del mundo, tomando en cuenta desde los presocráticos hasta Umberto Eco, y hasta con el famoso amor-que-todo-lo-vence, la balanza se inclinaría del lado que nos condena a desvanecernos en el olvido como un mal sueño que se disipa en los primeros segundos de vigilia. Un mundo en el que pasa lo que en ese video no es el que yo quisiera heredarle a mi pequeña y divina Loana.

1 comentario:

choco Nocturno dijo...

El de Mozart es un mal ejemplo pues su predictibilidad más nos inculpa que exculpa